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NIÑA PRODIGIO

Todo sobre Rizha, la 'Billie Eilish' argentina

Un talento muy precoz le sirvió para fichar por una discográfica cuando todavía no era ni adolescente, mudarse a Madrid y empezar una carrera de lo más prometedora.

Rizha, en una imagen promocionalUniversal Music

En 2021 y con TikTok instalado en más de mil millones de móviles es un poco más fácil llamar la atención de un cazatalentos que en 2013 en un pequeño pueblo de Argentina sin la mejor conexión del mundo. Fue entonces cuando una diminuta Tamara Luz Marchese hizo una mini-maqueta en el terminal de su padre, la escuchó un headhunter, y se vino a España a firmar un contrato con Universal.

Ahora se hace llamar Rizha, y recuerda que cuando le llegó aquel golpe de suerte pensó que "no puede ser tan fácil" eso de triunfar en la música. Pero es que la cantante es una especie de Billie Eilish latina por el magnetismo y la precocidad: dominaba las seis cuerdas de su guitarra con los mismos seis años, y lo de componer empezó a hacerlo solo 24 meses después.

Por eso lo de publicar un disco todavía siendo menor de edad tiene un poco más de sentido. Se llamó 'Finally', se asentó en el idioma en el que más cómoda está (el inglés) y no dejó a nadie que tocara sus apuntes y cosas durante la gestación del álbum: escritura, composición y producción corrieron de su puño y letra. Como Eilish, vaya.

De hecho, cuando se ha dejado guiar lo ha hecho bajo las instrucciones de tremendos cracks como Ikku Jurgensen (autor del temazo 'Face' y miembro de los Zombie Kids) o el dúo chillout Masseratti 2lts, lo que demuestra un espíritu indie-electrónico-cañero-tranqui. Suena complicado, vale, pero es que Rizha no es cualquier cosa que vayas a escuchar en cualquier sitio.

Si a la ecuación le sumas que combina temas en inglés y hasta raps melódicos (toma ya), la carrera ya larga de una joven con aspiraciones estelares tiene más variedad que los tintes que han pasado por su cabello. Y son muchos.

Acostúmbrate a escucharla porque... enumeremos: uno, es la nueva forma de hacer pop contemporáneo; dos, tiene una voz suave pero con letras tirando a duras y estribillos pegadizos; tres, es tan capaz de cambiar de registro que no la puedes descartar en ningún género que lleve sintetizadores. Y cuatro, si encima es una enrollada como demuestra tan a menudo en sus redes sociales, lo tiene casi todo hecho.