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Fiesta de pijamas, reflexiones...
Casi nadie puede decir que 2020 haya sido un año muy bueno en lo personal (ejem), y aunque solemos verles sonrientes, los influencers han sufrido con igual intensidad que el resto de la humanidad las severas restricciones a las que nos ha obligado el coronavirus. Dentro de ese gremio, pocos hay tan sinceros como Paula Gonu.
La catalana lleva tiempo lamentándose de su cambio de vida sobre todo a nivel profesional, abandonando prácticamente su canal de YouTube y centrando sus esfuerzos en Twitch y sobre todo Instagram. Es en esa red social donde no tiene que pensar mucho los contenidos antes de publicarlos, sino simplemente ser como es ella en realidad.
Después de pasar coronavirus, tragarse accidentalmente algún bulo que otro (y bien caro que lo pagó) y sentirse ocasionalmente más sola que la una, ha compartido sus trucos para superar el confinamiento de la manera más divertida posible.
"Donde vivo, de viernes a domingo no puedes salir de tu municipio. Y yo en mi municipio no tengo ni familia ni amigos. Así que he vuelto a lo de antes, a las fiestas de pijamas en casa con amigas, como cuando éramos pequeñas y éramos felices con bastante menos", dice en su última publicación.
Por supuesto, y como recuerda habitualmente en stories, sigue siendo tan despistada para invitar a sus padres a comer en días en los que no puede abandonar su ciudad. Se le pasa rápidamente cuando se pone a recordar cómo de obsesionada estaba hace unos años con la comida.
Ha pasado de "una sensación de culpa" y de vigilar de manera poco saludable cualquier cambio en su cuerpo a compartir trucos de cocina y definitivamente vivir más relajada. Después de repetir a menudo que la soledad le pesaba, la receta que más buscan sus seguidores sigue siendo cómo consigue Paula salir adelante en sus dificultades. Quizá el secreto está en uno de los lemas de su marca personal: "Todos tenemos algo que esconder y mucho que enseñar".