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DONACIÓN DE 11.500€

ViviendoEnLaCalle: el streamer sin techo que ha encontrado casa gracias a Twitch

La generosísima aportación de un seguidor consigue sacar de las calles a un creador de contenido único en el panorama de Twitch España.

Jony, alias ViviendoEnLaCalle@viviendoNLcalle / Twitter

En Twitch habíamos visto a repartidores de comida emitiendo su rutina laboral, chicas (y chicos) haciendo loquísimos hot tubs, recetas de cocina y por supuesto videojuegos, pero el perfil de ViviendoEnLaCalle está todo lo lejos de ese punto que se puede estar.

Como indica claramente su nick, retransmite la crudeza de ser un sintecho sobreviviendo por las calles de Madrid, donde un portal le sirve tanto de set como de cama. O al menos así era hasta hace unos días.

La historia de Jony (así se hace llamar) es la de un excamarero de 41 años que perdió su trabajo, su casa, su coche, estuvo metido en líos de drogas y hasta pasó en varias ocasiones por la cárcel, una existencia muy dura que quería abandonar probando suerte en Twitch.

Así lo explica en unos directos en los que está escoltado por Duna, su inseparable perrita, única compañía en los momentos más difíciles y de la que lleva el nombre tatuado en sus dedos. Lleva publicando en redes desde hace menos de un año, y ha crecido lo suficiente para acumular 22.000 seguidores y 700 suscriptores, una meta que consideraba suficiente para dedicarse a hacer streams de manera profesional.

Aparte de ese apoyo, el espaldarazo definitivo a su idea de abandonar las calles ha sido una espléndida donación de 11.000 euros que le envió un seguidor llamado CamperonaTV, poco tiempo después de transferirle otros 500 en bitcoins. Jony celebró el notición visiblemente emocionado: "Lo tenemos chavales, acaban de llegar los 11.000 euros", anunció tras comprobar que el donante no iba de farol y que el dinero estaba depositado en una cuenta a su nombre.

Consciente de que su vida ha dado un cambio completamente inesperado, Jony ya tiene localizado un modesto piso que no le va a alejar mucho del centro de Madrid, el lugar donde -gracias a la generosidad de sus followers- ha podido cumplir un sueño. Solo queda ver el cambio que también dará el canal, y cómo enfoca sus contenidos ahora que no va a dormir en la calle. Vivir sí que puede seguir haciéndolo en ese territorio, pero con una tranquilidad con la que no contaba hace solo 48 horas.