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PAREJA
La pareja ha causado sensación con su primer streaming juntos.
Ver cocinando a El Rubius y a Irina Isasia es algo que muchos no sabían que necesitaban. Las redes sociales se han deshecho en halagos después de ver a la pareja por primera vez realizando un streaming en Twitch juntos. Irina se había dejado caer alguna que otra vez en los directos del youtuber, sin embargo ahora ha cogido prácticamente las riendas de su canal para enseñarle a su chico a cocinar Ramen.
Irina ya había cocinado en otra ocasión este plato típico japonés que te deja la cocina oliendo a 'película de studio ghibli', tal y como les dijo a sus seguidores en Instagram. De hecho, la modelo suele compartir sus recetas veganas en redes sociales.
Para elaborar esta receta, Rubius ha trasladado su set up a la amplia cocina con isla que tiene en su nueva casa y ha preparado todo (comprando micrófonos, colocando un monitor, una cámara y muchos cables por en medio) para compartir con sus seguidores este momento íntimo, que ha tenido 1.4 millones de visualizaciones.
De esta manera hemos podido ver cómo está siendo su nueva vida después de mudarse a Andorra a vivir con su 'señora', como él se refiere a su novia. El streamer se ha dejado asesorar por su chica, que le ha ido cantando los pasos de la receta y enseñándole a cocinar, por ejemplo, cortando cebolla con unas gafas de esquiador para evitar llorar.
Rubius ha reconocido que desde que está saliendo con la modelo come mejor, lo que considera que le ha beneficiado en su estado de ánimo: "Os recomiendo encarecidamente que aprendáis a cocinar y comer sano", les ha dicho El Rubius a sus seguidores, ya que según ha contado se alimentaba prácticamente de comida basura y su especialidad son las "salchichas con puré de patatas".
A pesar de esto, dice que ha cocinado varias veces para la modelo, lo que le parece un bonito gesto que hacer a otra persona. Sin embargo, Irina lo ha desmentido diciendo que nunca le había cocinado nada.
Para hacer más ameno el show han comido guindilla, contado que han visto pasar por la calle el coche del Rey escoltado por una decena de policías en su visita al país vecino, y que le han timado en una juguetería al comprar cartas de Pokémon que han resultado ser falsas.