MUY INTERESANTE
De "tener piquete" a "janguear con el pecho pelao", la jerga caribeña que populariza Bad Bunny se ha convertido en una inesperada puerta de entrada al aprendizaje del español regional. Su último álbum, cargado de expresiones puertorriqueñas, no solo marca tendencia musical, sino también lingüística, tal y como demuestra un análisis realizado por la plataforma Preply.
Bad Bunny lo ha vuelto a hacer: ha reventado las listas, ha agotado entradas para doce conciertos en España en tiempo récord y, de paso, ha convertido su música en una lección inesperada de español caribeño. Su último álbum, DeBÍ TiRAR MáS FOToS, es mucho más que un éxito comercial: es un homenaje al habla puertorriqueña, una variedad rica, viva y muy alejada del español neutro al que nos tienen acostumbrados otros artistas internacionales.
A diferencia de quienes suavizan su acento o sus giros idiomáticos para alcanzar públicos más amplios, el puertorriqueño apuesta por lo contrario: intensificar su identidad lingüística. En sus letras aparecen expresiones como "beber un galón" —una forma local de hablar de grandes borracheras, especialmente de ron—, o "tener piquete", que se refiere al estilo. No son simples adornos, sino parte del universo que Bad Bunny crea con cada verso.
La plataforma Preply, especializada en el aprendizaje de idiomas, ha analizado recientemente este fenómeno y ha destacado cómo la música del artista puede ser una herramienta real para quienes aprenden español. Al introducir a los oyentes en contextos reales y específicos, los álbumes de Bad Bunny permiten entender no solo palabras, sino formas de vida, actitudes y realidades culturales difíciles de transmitir desde un manual.
Además, su manera de hablar refleja rasgos fonéticos típicos del español de Puerto Rico, como el lambdacismo o la aspiración de la "s". Detalles que, lejos de entorpecer la comprensión, ayudan a los estudiantes a conocer la riqueza y diversidad de la lengua.
En un mundo donde cada vez más personas aprenden idiomas por afinidad cultural, el fenómeno Bad Bunny se convierte en una inesperada puerta de entrada al español tal y como se habla en la calle, al menos en Puerto Rico.