VAYA LIADA
La campaña presidencial de EE. UU. ha dado lugar a un nuevo enfrentamiento. Beyoncé ha arremetido contra Donald Trump por utilizar su canción Freedom en un video de su campaña, sin permiso. Mientras la carrera hacia la Casa Blanca se intensifica, la estrella del pop ha puesto las cartas sobre la mesa.
El camino hacia las nuevas elecciones en Estados Unidos está siendo cuanto menos polémico con el expresidente Donald Trump en el centro del huracán mediático. A medida que se acercan las elecciones de noviembre, las campañas se han convertido en un campo de batalla no solo político. La controversia ha alcanzado nuevas alturas con la reciente disputa entre Trump y la icónica cantante Beyoncé.
Todo comenzó cuando el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, publicó en la plataforma Twitter/X un vídeo de 13 segundos en el que el expresidente descendía de un avión, con la canción Freedom de Beyoncé sonando de fondo. Freedom, lanzada en el álbum Lemonade de 2016, es un himno de empoderamiento con un fuerte mensaje en contra del racismo y la brutalidad policial.
Pero lo que quizás el equipo de Trump no vio venir fue la reacción inmediata de Beyoncé. La canción, que ya había sido previamente utilizada en la campaña presidencial de Kamala Harris, fue usada sin su consentimiento en el video del expresidente. Al enterarse de esto, Beyoncé no dudó en tomar cartas en el asunto. Según cómo ha confirmado la revista Rolling Stone, el sello discográfico de la cantante envió rápidamente una carta amenazando con acciones legales si el video no era retirado.
Este enfrentamiento es solo el último capítulo en la larga lista de artistas que han exigido a Trump que deje de usar su música en sus eventos políticos. En el caso de Beyoncé, la situación se agrava por el hecho de que Freedom se ha convertido en un símbolo de resistencia y lucha, valores que, según la artista, entran en cierta contradicción con las políticas defendidas por Trump.
El video en cuestión fue eliminado de las redes sociales tras la amenaza de demanda, pero el daño ya estaba hecho. Para Beyoncé, que ha sido una defensora activa de la justicia social, ver su música asociada con ese tipo de campaña, ha sido un motivo suficiente para amenazar con emprender acciones legales.