IRRISORIO
"¡Maldición! ¡Esto es una mierda! ¡Es tan bajo!", dijo el estafador convicto.
Billy McFarland, el empresario condenado por fraude tras el desastroso Festival Fyre de 2017, ha vendido los derechos de marca del evento en eBay por tan solo 245.300 dólares.
Un comprador anónimo adquirió la propiedad intelectual, las marcas registradas y todos los activos en redes sociales del festival, tras una subasta de una semana en la que participaron 42 postores con un total de 175 ofertas.
McFarland observó cómo la puja alcanzaba los 240.000 dólares en directo y exclamó: "¡Rayos! ¡Qué lástima! ¡Es tan bajo!".
A principios de este año, el Fyre Festival 2, previsto para celebrarse en Isla Mujeres, México, entre el 30 de mayo y el 2 de junio, fue pospuesto indefinidamente. Los organizadores informaron que se reembolsó el importe a quienes ya habían adquirido entradas.
McFarland fundó el festival hace ocho años, promocionándolo como la experiencia definitiva de fiesta en la playa, prometiendo a los asistentes la oportunidad de convivir con celebridades en una paradisíaca isla caribeña.
Sin embargo, el evento original se convirtió en un fiasco: artistas anunciados como Blink-182 y Migos cancelaron su participación, y los asistentes terminaron alojados en carpas improvisadas, recibiendo como comida tristes sándwiches de queso servidos en recipientes de poliestireno.
El escándalo inspiró dos documentales y llevó a McFarland a prisión, tras ser condenado por fraude federal.
En abril de este año, McFarland anunció su intención de vender la marca Fyre. En un comunicado publicado en el sitio web oficial del festival, escribió: "Cuando mi equipo y yo lanzamos Fyre Festival 2, nos centramos en dos cosas: terminar lo que empecé y corregir los errores del pasado.
Durante los últimos dos años, hemos trabajado al máximo para recuperar Fyre con honestidad, transparencia, esfuerzo incansable y creatividad. Hemos avanzado mucho para reconstruir la confianza. Recuperamos el impulso. Y hemos demostrado algo sin lugar a dudas: Fyre es uno de los motores de atención más potentes del mundo".
McFarland cumplió cuatro años de una condena de seis por su implicación en el fraude del festival original y aún debe 26 millones de dólares en concepto de restitución.