RÍO BABEL 2025
La octava edición del Río Babel arranco en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid, con altas dosis de nostalgia, hip-hop, comedia y fiesta tropical.
La octava edición del Río Babel arrancó con un cambio de escenario. El festival dejó atrás la Caja Mágica para instalarse en el imponente Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid, y el estreno no pudo salir mejor.
No hubo colas excesivas en la entrada, ni en las barras ni en los baños. Tampoco se registraron problemas de espacio, y se agradecieron tanto los puntos de agua como los ventiladores distribuidos por el recinto. La única pega fue el calor sofocante —inevitable en estas fechas—, aunque mitigado en parte por los horarios más amables del festival, que se desarrolló desde las 18:00 hasta las 03:00.
Más de 25.000 personas se dieron cita en una jornada que combinó ritmos internacionales, talento nacional y una atmósfera festiva llena de humor, nostalgia y energía. Once conciertos y seis actuaciones de comedia marcaron el arranque de uno de los festivales más esperados del verano. Hip hop, reggae, rock, música latina, electrónica y fusiones mestizas se entrelazaron en una celebración vibrante de la diversidad musical y cultural.
Empezamos la tarde refugiándonos del calor en la carpa de comedia, donde disfrutamos de las actuaciones de Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Carmen Romero, mientras en el escenario principal sonaban Bacilos y Lia Kali.
Luego llegó la primera gran dosis de nostalgia de la noche: Cypress Hill. Con más de 20 millones de discos vendidos y más de tres décadas sobre los escenarios, el legendario grupo californiano ofreció una actuación memorable que quedará en la historia del festival. Su mezcla de temas clásicos y letras en inglés y español logró que todo el recinto vibrara al ritmo de sus rimas.
La banda, liderada por B Real y Sen Dog, con DJ Lord al mando de los platos, inundó el auditorio de groove y flow. El público no paró de bailar al son de temazos como Dr. Greenthumb, Hits From The Bong, Insane In The Brain, How I Could Just Kill A Man, una potente versión de Bombtrack de Rage Against The Machine, Rock Superstar y un cierre apoteósico con Jump Around de House of Pain, que comparte el icónico sample del relincho con Insane In The Brain.
Sin necesidad de movernos mucho, llegó el turno de Rawayana, la gran revelación del día. Con su característico tropical futurism, el grupo venezolano abrió las puertas de su universo sonoro en una jornada marcada por la mezcla de públicos: fans del hip hop llegados para ver a Cypress Hill y Kase.O, y numerosos venezolanos que venían a disfrutar de Rawayana y Los Amigos Invisibles. Una muestra perfecta del espíritu transoceánico y mestizo del festival.
Su repertorio, una fusión de reggae, funk, soul, rock y ritmos caribeños, incluyó temas de su último disco Astropical (con Bomba Estéreo), Binikini, Funky Fiesta, Game Over, Veneka o Dame un break.
A medida que se acercaba el final de la jornada, llegó uno de los momentos más esperados del festival: la actuación de Kase.O. El artista zaragozano dejó claro desde el primer verso por qué es una figura clave e influyente en la historia del rap en España. Acompañado por R de Rumba, Hazhe, Fran Fuethefirst y El Momo, el espectáculo fue creciendo en intensidad, alternando clásicos inolvidables con temas más recientes que reflejan la madurez, solidez y evolución de su carrera.
El público respondió con entusiasmo, brazos en alto, coreando cada verso, en una comunión que convirtió el concierto en una auténtica celebración colectiva del hip hop. La noche alcanzó su punto álgido con las apariciones especiales de Sho-Hai y Xhelazz.
Kase.O ofreció un repaso vibrante a sus 33 años de trayectoria, combinando canciones emblemáticas de su carrera en solitario con clásicos de Violadores del Verso. Temas como Esto no para, Máximo Exponente, Viejos ciegos, Te pone bien, Ballantains, Vicios y virtudes y un emotivo homenaje a Jota Mayúscula hicieron de su actuación la más intensa de la noche.
No pudimos quedarnos más tiempo: tocaba coger el metro y reservar energías para la segunda jornada, que promete ser más intensa. En ella nos esperan muchos de los conciertos más deseados del cartel, desde No Te Va Gustar hasta Madness, pasando por Bebe y, sobre todo, Estopa, a quienes aún no he tenido la oportunidad de ver en directo.