SORPRESA INESPERADA
La policía francesa ha encontrado por pura casualidad el busto robado de la tumba de Jim Morrison en 1988, tras 37 años en paradero desconocido.
Después de casi cuatro décadas en paradero desconocido, el busto de Jim Morrison —icónica escultura colocada sobre su tumba en el cementerio parisino de Père-Lachaise— ha sido finalmente recuperado. La Prefectura de Policía de París confirmó el hallazgo este fin de semana, señalando que la pieza fue localizada en el marco de una investigación llevada a cabo por la Brigada Financiera y Anticorrupción de la Dirección de Policía Judicial, bajo la supervisión de la Fiscalía de París.
"Después de 37 años de ausencia, ¡el busto de Jim Morrison, robado en 1988 del cementerio de Père-Lachaise, ha sido hallado! Durante una investigación en curso, se ha logrado recuperar este símbolo tan emblemático para los admiradores del cantante", comunicó la Policía parisina a través de sus redes sociales oficiales.
La institución también compartió una imagen actual de la escultura, visiblemente desgastada por el tiempo. Aún cubierta de grafitis, presenta una rotura parcial en la nariz, supuestamente dañada por cazadores de souvenirs incluso antes de su desaparición. El busto es fácilmente reconocible pese al deterioro, y su hallazgo ha sido celebrado por fanáticos del líder de The Doors en todo el mundo.
La obra fue creada en 1981 por el escultor croata Mladen Mikulin como tributo al legendario cantante, quien falleció en París en 1971 a la edad de 27 años. Aunque han circulado múltiples teorías sobre su muerte, la versión oficial sostiene que Morrison sufrió un paro cardíaco mientras se encontraba en la bañera de su apartamento. Sin embargo, la ausencia de una autopsia y los testimonios contradictorios han alimentado durante décadas el misterio en torno a su fallecimiento.
La escultura permaneció en el cementerio hasta que fue robada en 1988, convirtiéndose desde entonces en un símbolo ausente pero poderoso del culto que rodea a Morrison. Su tumba, incluso sin el busto, ha continuado atrayendo a miles de visitantes anualmente, convirtiéndose en uno de los puntos más frecuentados del Père-Lachaise, junto a los sepulcros de Oscar Wilde, Edith Piaf o Marcel Proust.
Por el momento, no se ha revelado dónde fue hallada la pieza ni si hay personas detenidas en relación con el caso. Las autoridades tampoco han informado si el busto será restaurado ni si volverá a ser colocado sobre la tumba del artista, aunque el hallazgo representa, sin duda, un cierre simbólico para una historia que se extendió durante más de tres décadas.