A LA ESPERA DE JUICIO
Un nuevo documento afirmaba que en sus intentos de evadir la aplicación de la ley, Sean "Diddy" Combs había "orquestado campañas en las redes sociales que, en sus propias palabras, tienen como objetivo contaminar al jurado".
Diddy ha sido acusado de pagar a otros reclusos para que usaran sus teléfonos y de orquestar conversaciones y publicaciones en las redes sociales "con la intención de influir en el jurado potencial".
En septiembre, lo arrestaron en Nueva York y le imputaron cargos graves como tráfico sexual, extorsión y transporte para prostitución. Él asegura que es inocente.
Ofreció 50 millones de dólares como fianza(unos 38 millones de libras), pero el juez le dijo que no. Además, lo tienen bajo vigilancia por suicidio mientras espera su juicio, que está programado para el 5 de mayo de 2025.
Según documentos que obtuvo Rolling Stone, los fiscales del Distrito Sur de Nueva York dicen que Diddy ha estado saltándose las reglas de la cárcel. Supuestamente, usó las cuentas telefónicas de al menos ocho compañeros para hacer llamadas que no debería.
"Aparentemente para evitar el control policial, el acusado utiliza los números PAC de otros reclusos para hacer llamadas telefónicas tanto a personas de la lista de contactos aprobada del acusado como a otras personas que no están en la lista de contactos aprobada", afirmaron.
Los fiscales aseguran que tienen grabaciones de esas llamadas. Al parecer, para evitar ser detectado, usaba los números de otros presos y llamaba tanto a personas de su lista aprobada como a quienes no debería contactar.
En un documento de 30 páginas, los fiscales han pedido al juez que niegue otra vez su petición de libertad bajo fianza. Hasta ahora, ya se la han rechazado dos veces, pero el próximo viernes (24 de noviembre) tendrá una nueva audiencia.
Los fiscales argumentan que Diddy no ha presentado nada nuevo ni relevante que justifique otra oportunidad. Es más, aseguran que ha seguido haciendo todo lo posible para obstaculizar el proceso judicial.
Dicen que ha estado organizando campañas en redes sociales para influir al jurado, filtrando materiales estratégicos para defenderse y contactando a testigos a través de terceros.