PRESIÓN
Guille Milkyway, líder del grupo La Casa Azul, ha agradecido no haber representado a España en Eurovisión 2008, cuando su banda se quedó a las puertas del festival con la canción La revolución sexual, porque cree que "no hubiera podido asumir toda la presión" que conlleva la cita musical.
"Éramos de los favoritos y por suerte apareció todo el fenómeno de Andreu Buenafuente y de Rodolfo El Chikilicuatre y nos salvaron. Porque tengo dudas muy serias de si yo hubiera sido capaz de asumir toda la presión que conlleva", ha afirmado en una entrevista, con motivo de los dos próximos conciertos del grupo en el Wizink Center (Madrid), el 11 de octubre, y en el Sant Jordi Club (Barcelona), el 9 de noviembre.
El cantante ha recordado que, en las galas de selección previas a Eurovisión, se puso enfermo debido a la presión que él sentía ante la cita. "Para aguantar la presión también tienes que tener un talento y ya te digo que ese no es uno de los mios. Al final, lo del Chikilicuatre fue una situación que nos salvaguardó mucho de todo", ha comentado. "Después de todo, hubo una cierta sensación de que fuimos los ganadores morales de esa edición", ha añadido.
Sin embargo, con el paso de los años, Guille Milkyway y La Casa Azul, que celebra 25 años de trayectoria en 2024, están disfrutando más que nunca de su música, de su público y de los conciertos. "Estamos en un momento muy compacto y muy alegre. Disfrutamos mucho del directo y eso era algo que no pasaba antes", apunta. Un cambio que, tal y como añade, se debe al trabajo que han hecho para tener un grupo "muy talentoso a nivel musical y así poder poner una escenografía y un elemento visual a toda la fantasía" que siempre ha querido.
"De repente hay una energía nueva y está siendo reconfortante tocar en directo. Eso explica muy bien lo que somos como grupo", afirma Guille que se asombra porque "ahora nos descubren por los directos y no por los discos". "Jamás en la vida lo hubiera imaginado", remarca.
Durante la entrevista, el cantante insiste en lo orgulloso y lo agradecido que está de la trayectoria de La Casa Azul. "Yo quería que La Casa Azul fuera un proyecto que me acompañara de por vida y con el que pudiera crecer, a la vez que tener la oportunidad de dar rienda suelta a una necesidad de comunicar cosas y de narrar mi vida a través de las canciones", ha indicado.
Al respecto, recalca que "nunca" se ha planteado que La Casa Azul pare de hacer música. "Yo quiero morir con el grupo al lado", sentencia.
Para los próximos conciertos, Guille Milkyway avanza que harán un repaso a toda la historia del grupo y aprovecharán para tocar algunas canciones que nunca han realizado en directo, además de presentar algún tema que figurará en el próximo disco del 2025.
La banda ha conseguido colgar el cartel de 'no hay entradas' para Barcelona, aunque rechaza la idea de ser "profeta" en su tierra. En el caso del Wizink Center todavía quedan entradas y el cantante reconoce que tocar en este espacio le da "mucho respeto".
"Hace poco he leído que Dua Lipa va a sacar entradas para hacer un Wizink Center, pero es que nosotros somos La Casa Azul y nos cuesta mucho meter a tanta gente. Estamos muy orgullosos de poder hacer nuestro primer Wizink", ha asegurado, antes de bromear con que también será el último. "Para nosotros no es fácil vender tantas entradas", insiste.