MALAS INFLUENCIARS
Todos los perfiles sociales de este influencer han acabado tumbados por una personalidad extremadamente polémica... ¿de qué me suena todo esto?
"España no está preparada para mi tipo de contenido" es una frase de Borja Escalona que en realidad hemos oído muchas veces. Es la típica justificación que notorios creadores de contenido dan a comentarios, vídeos, bromas de mal gusto y demás salidas de tono, especialmente cuando acaban pasándoles factura en forma de cierre de sus redes sociales. Andrew Tate también podría firmarla, si tuviera una sola red social activa.
Quizá te suene el nombre porque pese a vivir en Estados Unidos se ha hecho celebérrimo en las últimas horas porque Internet, así en general, le ha mandado callar y es motivo de alegría a nivel internacional. Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Twitch y ahora mismo TikTok han decidido unánimemente que 'no están preparados para su contenido'. ¿Y cuál es ese contenido en concreto?
Pues Tate es un exluchador profesional que se hizo hueco literalmente a ostias, pero no solo con un notable récord de victorias (43-9 es su balance) sino con una conocidísima habilidad para meterse en líos con solo abrir la boca. Su primer gran lío fue hace cinco añazos, cuando dijo que las actrices del movimiento #MeToo contra Harvey Weinstein "compartían la responsabilidad" con el depredador sexual. True story...
El no va más llegó cuando, entre investigaciones de tráfico humano y violación, decidió mudarse a Rumanía porque "es un país donde puedes ser más fácilmente absuelto de esas acusaciones". Lo dijo en un vídeo por supuesto borrado de YouTube.
Simpatías no levantó, claro, y le costó además una sanción de por vida en Twitter por tan controvertidas opiniones. ¿Aprendió la lección? ¿Tú qué crees? Las acusaciones de misoginia extrema tuvieron una bochornosa precuela, tras retratarse azotando a una chica con un cinturón ("es buena amiga y fue consensuado"), además ofrecer cursillos apestosos de "interacciones macho-hembra y cómo hacerse rico", así como consejos para invertir en criptomonedas y "cómo maximizar el poder de tus redes sociales". Como lo oyes.
Si algunas de estas polémicas te suenan es porque comparte muchas características con el ahora infame Borja Escalona: edad, ganas de ser famoso, polémicas a tutiplén y un pasado menos lustroso como luchador aficionado. Borja, como Andrew, presume de un "engagement brutal" y de ser reconocido como un "creador emergente" por el algoritmo de TikTok, única plataforma de la que todavía no ha sido baneado. ¿Quizá porque apenas llega a los 15.000 seguidores con solo la mitad de likes?
La frase de "os pongo a todos a bailar" en labios de Escalona no tiene el significado que crees, porque según su versión "todo esta polémica y notoriedad la tenía prevista, pero se fue un poco de las manos". Una explicación que tiene pinta de convertirse en tradición y que nos recuerda, igual que el caso de Andrew Tate, que hay gente dispuesta a todo por la fama.
Que esa fama signifique que te vapuleen en redes, que te escupan por la calle, que te prohíban entrar en restaurantes, que te echen del gimnasio y que te cierren todas las vías de comunicar tu mentalidad enfermiza de la vida es, aparentemente, lo de menos. Suerte a los que elijan ese camino: al final son los internautas (y Forocoches) los que les ven bailar, deseando que se despeñen como siempre pasa.