El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
PARECE QUE NO LO CONSIGUIÓ
Este juego de mesa es considerado el gran tablero del capitalismo, donde la especulación inmobiliaria se premia y cuanto más avaro eres, y mejor especulas, más probabilidades de ganar tendrás...
Sin embargo, la creadora del Monopoly pretendió que este juego fuera ilustrativo, para demostrar a los jugadores “lo que NO hay que hacer”.
Elizabeth Magie nació en Georgia, Estados Unidos, en 1866, y decidió dedicarse a diseñar juegos.
Si viviera hoy la veríamos metida de lleno en la Realidad Aumentada y las experiencia de VR… O tal vez estaría metida en política.
Magie fue taquígrafa, escritora, poeta, cómica, actriz, feminista e ingeniería. Provenía de una familia de abolicionistas y era partidaria del “Sistema de Impuesto Único”, es decir: apoyaba el bien común antes que la riqueza individual.
En 1903 patentó un juego llamado The Landlord Game o El juego del propietario, que pretendía ser educativo y demostrar los efectos negativos de la especulación.
El juego se volvió popular, y se editó en varios estados, hasta que cambió de nombre por 'Prosperity', 'Prosperidad', lo que era una ironía, porque según las reglas el ganador debía hacerse con todas las propiedades y dejar a los demás sin nada: empobrecidos. A esto se le llama 'Monopolio'. ¿Te suena?
Uno de los fans de este juego fue Charles Darrow, al que no le tembló el pulso para venderle la patente a Parker (la marca de juegos, que ya existía) y decir que era obra suya.
Desde entonces el Monopoly ya no pretende educar en valores sociales, sino demostrar que cuanto más rico eres, mejor aplastas a los demás.
Lo siento Elizabeth Magie: Game over.