Flooxer Now» Noticias

LAS 'TEEN FICTIONS' TRATAN A LOS JÓVENES COMO ADULTOS Y ESO AYUDA

Del bullying al suicidio: así se toman en serio el acoso las series de televisión para adolescentes

Varias teleficciones adolescentes actuales desmontan eso de que las series dirigidas al público juvenil deben ser simplonas y superficiales. 'Por trece razones' y 'The OA'; y 'Sweet/Vicious' y 'Skam' ponen sobre la mesa temas como el 'bullying' o la violencia sexual.

Por trece razonesAgencias

"A mí las series adolescentes no me gustan, son muy infantiles". De expresiones como esta está plagado el universo seriéfilo. Como quien tiene recelos hacia las ficciones de época o las series políticas

Como preferencia está genial, tanto como cualquier otra, pues todos tenemos las nuestras, pero las generalizaciones son para quienes no están muy puestos en ningún género. Hay 'teen fictions' de los últimos meses que se han atrevido a tratar temas adultos de manera adulta, aunque no estemos tampoco ante ninguna revolución.

Títulos como 'Es mi vida', que protagonizó en los 90 Claire Danes, de 'Homeland'; 'Freaks & Geeks', uno de los primeros trabajos del productor Judd Apatow ('Girls'); o la británica 'Skins', que ha marcado la fórmula juvenil de los últimos años, ocupan puestos de honor en la televisión de calidad.

Lo interesante de las que analizamos hoy es que se animan a abordar cuestiones que están en la mesa de la actualidad, en los noticiarios del día a día, y que vuelven a desmontar eso de que las series para audiencias adolescentes deben ser simplonas y superficiales.

¿El suicidio de una chica a causa del 'bullying'? Es la premisa de 'Por trece razones', que Netflix lanzó con Selena Gómez como productora, inspirada en la novela juvenil homónima que Jay Asher publicó en 2007 y que se convirtió en un pequeño fenómeno 'teenager'.

¿El testimonio y la fantasía como recursos para curar las heridas del abuso? Algo así narró 'The OA', también de Netflix, en las coordenadas de la ciencia ficción. ¿Y si se hace con humor? 'Sweet/Vicious', de la que hablamos hace unos meses, y la noruega 'Skam' se acercan así a dramas muy peliagudos.

The OA | Agencias

El testimonio y la fantasía como catarsis

La que ahora está enamorando (y destruyendo emocionalmente) al culto seriéfilo es 'Por trece razones'; cuenta lo que sucede cuando los compañeros de Hannah Baker reciben unas cintas en las que la joven los culpa de su suicidio.

La cosificación y la violencia sexual (los rumores hicieron de su físico el objeto de todas las miradas, y provocaron que varios chicos abusaran de ella) y la humillación y la falta de empatía (no es que nadie la defendiera, es que la ignoraron, sencillamente) son el interés narrativo de la serie, que no hace pedagogía; pero sí retrata las heridas del 'bullying'.

Su creador, Brian Yorkey, plantea a través de Clay Jensen, el amigo colado por Hannah, la culpa y la necesidad de responsabilizarnos de nuestros actos, de forma entrañable y emocionante, pero también tenebrosa: hablamos al fin y al cabo de adolescentes.

A pesar de la redundancia de algunas situaciones, 'Por trece razones' destaca por su sensibilidad a la hora de tratar temas dolorosos. En ambos aspectos, en su inquietud por hablar de la ausencia y la muerte, en la puesta en escena tan original de algunos momentos (las ensoñaciones en las que Clay se reúne con Hannah), nos recuerda a otra apuesta: 'The OA'.

Sería difícil compararla con la primera (su juego narrativo y de ciencia ficción es muy retorcido) de no ser por el subtexto emocional. Narra el regreso de Prairie, una joven que ha estado años desaparecida, y que forma un grupo de 'outsiders' del instituto para que la ayuden en una misteriosa hazaña: utiliza la imaginación como recurso para superar el trauma (un secuestro) y forzar la unión de olvidados como ella.

Sweet Vicious | Agencias

Tratar a los personajes (y al público) como adultos

Meses antes de ponernos frente a 'Por trece razones', una serie de MTV (cadena que nos había sorprendido ya con 'teen fictions' como 'Awkward' o 'Faking It') planteó la cuestión de la violencia sexual, tan tristemente célebre en los campus estadounidenses: 'Sweet/Vicious', de la que hablamos hace unas semanas.

Aunque está ambientada en una universidad, digerir todo esto para el público juvenil demostró gran valentía, sobre todo por su forma de tratarlo. ¿Se puede hacer humor de cualquier cosa? Pues casi.

Con un marcado y oscuro tono cómico y apuntes de género de superhéroes, Jules y Ophelia se enfrentan a mamporros a los violadores: la sororidad en la lucha contra el patriarcado es necesaria, pero, ¿cuál es la forma acertada de hacer justicia? 'Sweet/Vicious', segura de su audiencia, se atreve a meterse en ese jardín.

La que quizá se ha pasado de confianza al plantear debates morales ha sido la serie noruega adolescente que entre 2015 y 2016 se convirtió en un fenómeno viral en Europa del norte. Con un planteamiento realista inspirado en la británica 'Skins' y un encomiable espíritu pedagógico, 'Skam' ha dedicado cada una de sus tres temporadas a un personaje diferente.

La primera y la tercera fueron entregas notables, pero patinó en la segunda, al poner a la entrañable Noora frente a la manipulación que ejerce sobre ella el chico que le gusta: la ficción propone que la joven debe justificar la violencia como peaje necesario para comprender a su pareja.

En 'Skam' encontramos una interesante reflexión final: se aprecia la encomiable intención de tratar a sus protagonistas como adultos, pero no debería hacerlos cargar con comportamientos tóxicos.

Más sobre este tema: