El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
"Estoy llorando de alegría"
Entre tantas malas noticias que nos llegan día sí y otro también, es un alivio conocer historias como la de Sergy. Se trata de un estudiante que vive en Madrid y que ha salido momentáneamente del anonimato gracias a un bonito detalle que han tenido sus amigos con él.
Como la mayoría de la humanidad, el joven vivía una vida tirando a normal justo antes de que comenzara la pandemia que ahora nos encierra y aleja de las cosas que podíamos hacer con total libertad. En su caso, se llevó también por delante su principal fuente de ingresos.
Sus colegas le definen como alguien muy sencillo y "muy buen tío", pero las dificultades económicas que estaba pasando le impedían permitirse algunas necesidades bastante básicas. Él no se quejaba, pero sus amigos se dieron cuenta. "Estaba dispuesto a vender el móvil para pagarse los libros", explicaron, aunque al final consiguió dinero para eso.
Al parecer llevaba un tiempo yendo a clase con un par de deportivos rotos, ya que no podía comprarse otros. Conscientes de sus dificultades, y con el beneplácito de lo que parece ser la profe, sus mejores amigos juntaron algo de pasta y un montón de solidaridad, que se tradujeron en una tarjeta de buenos deseos y un par de zapatillas nuevas.
La cosa no hubiera trascendido de una pequeña anécdota si no fuera porque se subió a redes y se compartió como la espuma, con medio millón de visitas en el vídeo principal y decenas de miles de comentarios ensalzando el gesto.
"Aunque no me guste decir esto, yo todo lo que tengo ha sido gracias a mis amigos", explica dejando caer que se haya en una situación muy difícil, "ya que cuando comenzó la pandemia me quedé sin trabajo y solo me venían gastos, o sea, gracias a todos mis amigos por apoyarme siempre". Más virales ejemplares como este, por favor.