El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
@BECARIA_
Parecía complicado encontrar un rato para charlar con el coronavirus tuitero entre tantos saraos de riesgo e infecciones, pero no ha opuesto resistencia a un contacto estrecho. Está en boca y nariz de todos, y hace un rato también aquí conmigo, a su manera. Sí, he entrevistado al @CoronaVid19 y me la he jugado, pero ha merecido la pena el riesgo. Hemos hablado de citas, sexo con restricciones, celibato voluntario forzoso, de otros colegas infecciosos y enfermedades de transmisión sexual que también son pandemia, de su libro y sus expectativas virales a medio plazo. Este bicho cabrón te seduce sin tú quererlo, y una vez que te engancha ya no te suelta. A pesar de todo, os lo recomiendo.
- Que corra el aire, @CoronaVid19. Nos has jodido la Semana Santa, ¿cómo te apañas para seguir infectando?
Gotículas, aerosoles… La variante británica desborda talento en el arte del contagio. Espero que no le dé por hacerme un Brexit, la iba a echar mucho de menos. Creo que a vosotros tampoco os interesa. Oye, ¿por qué se vacuna tan despacio? La verdad que eso y las medidas laxas me vienen muy bien para seguir por aquí. Invítame a unas torrijas, anda.
- No eres guapo, pero tienes un "algo". Vayamos al grano. Desde tu aparición en el mundo, se ha mudado el ligoteo de los bares a las apps de citas y redes sociales, ¿crees que nos contagiamos menos o lo mismo, pero diferente?
La belleza está en el interior, te lo digo yo que me paso el día dentro de personas. Aunque a veces entro en cada cuerpo que digo: “madre mía, aquí hacen falta unas reformas”. He tenido que estar en cada antro… He salido pitando, eso no está pagado.
La necesidad agudiza el ingenio, ¿no? Parece que ahora habéis tenido que tirar de la tecnología para relacionaros. Y menos mal. Los que vivieron la Gripe Española no tuvieron esta oportunidad, en 1918 supongo que la gente tiraba de imaginación, aunque las relaciones no serían tan abiertas, por desagracia para todas, incluidas las pandemias.
Mi llegada podría estar perjudicando gravemente a otras enfermedades, por ejemplo las de transmisión sexual. Otras como la gripe estacional ni me hablan.
- Hay quien está esperando a que desaparezcas para retomar su vida sexual y seguro que alguno nos está leyendo. ¿Qué mensaje de esperanza o destrucción le quieres enviar?
Como virus diría aquello del “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Es cierto que esto no os conviene. Les diría que cuando muera podrían venir unos años de lujuria y desenfreno. Eso dicen algunos expertos. Sería como rememorar aquellos “Felices años veinte” después de la Primera Guerra Mundial. Y de la pandemia de Gripe Española, que todo el mundo se olvida de ella.
- No te basta con infectar por todas partes, sino que no hay micrófono que se te resista. Eres el primer virus de la Historia al que ponemos voz. ¿Dirías que hay algo de erótica en tu humor viral multicanal? ¿Humanizar al patógeno ha incentivado las proposiciones físicas de riesgo?
La radio me encanta, la verdad. ¡Me parece un medio fascinante!
El humor siempre es una vía de encanto, si te gusta el humor de alguien es más fácil que venga todo lo demás. ¿A quién no le gusta reírse? El querer reírse es algo bastante transversal. El humor seduce las mentes. En términos generales es más difícil seducir una mente que seducir un cuerpo.
Hay gente con mucha curiosidad, pero en general la gente no se atreve a acercarse. Hacen bien, saben que detrás hay un virus con forma esférica lleno de espículas. Desnudo pierdo mucho.
Ningún virus ha condicionado tanto la vida sexual de la gente desde el VIH. ¿Cómo llevas esta responsabilidad? ¿Qué dirías de la despreocupación vírica general por otros colegas como el virus del papiloma humano, la gonorrea o la sífilis hasta que tú has llegado como si fueras el primero? Eres venéreo profesional.
Lo que te decía, hay un montón de estas enfermedades un poco enfadadas. En realidad la reducción de contacto social que he provocado debería haber reducido también éstas. Pero no tengo datos. Sé que están un tanto mosqueadas.
Yo en realidad quiero lo mejor para ellas. Es cierto que como virus no entiendo esa despreocupación por este tipo de enfermedades por parte de los seres humanos. El papiloma es uno de los responsables del cáncer de cuello de útero en mujeres. Creo que el ser humano tiene tanta información que ahora mismo no es capaz de filtrar la más importante. O no es capaz o no quiere.
Tienes en común con el VIH que ambos podéis contagiar asintomáticamente y de ambos se ha dicho que no existís si no hay síntomas. Nunca un condón fue tan equiparable a una mascarilla. ¿Qué dirías a esas personas negacionistas?
Son nuestros aliados. Mi tono de llamada es una canción de Miguel Bosé. El condón y la mascarilla son dos problemas para nosotras. El VIH siempre tiene una fase asintomática y luego aparecen los síntomas con todo su ímpetu. A mí me puedes pasar asintomáticamente hasta el final, en el VIH esto casi no pasa. Eran los que se conocían como “seropositivos”.
El condón es una cortada de rollo, no como pillar el papiloma o el VIH, que son todo ventajas.
Estos seres de luz necesitan leer la información adecuada, como por ejemplo tu libro "Cómo acabar sigilosamente con la humanidad". ¿Qué nos puedes decir a quienes aún no nos lo hemos leído para que nos contagiemos de la verdad sin descuidar las medidas de seguridad?
En el libro hablo de grandes pandemias y epidemias que han azotado con fuerza a la humanidad. Os lo cuento desde nuestro punto de vista, el de los virus. También os hablo de una pandemia propiamente humana. Su estupidez. Sois vuestro peor enemigo.
Ya que me hablabas del VIH, en “Cómo acabar sigilosamente con la humanidad” cuento una anécdota de negacionistas del VIH bastante curiosa.
A veces me pregunto si el negacionismo podría tener una base patológica psiquiátrica. Lo digo seriamente y sin frivolizar sobre las enfermedades mentales. ¿Negar lo que pasa a tu alrededor no es patológico? Está el sistema de Salud Mental de este país como para ponerse a analizar esto, creo que no les va a faltar trabajo, sino más bien tiempo.
¿Son las librerías zona de riesgo o libre de contagios desde que tú estás en ellas?
La cultura es segura. Los libros son cultura. Por desgracia para mí, si se siguen las medidas de seguridad, se puede entrar en librerías sin riesgo. Estoy planteándome regalar una mascarilla de rejilla con el libro. Puede resultar un incentivo interesante.
Con tanta opresión vírica, ¿crees que llegarás a la trilogía?
La cuarta ola ya está aquí. La verdad es que preferiría que no, estoy muy estresado y necesito descansar. Podríais hacerme ese favor, no he parado en el último año. A veces pienso que me queréis matar, pero de un infarto.