MAGGIE WEST CREA 98, UNA INSTALACIÓN ARTÍSTICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
Según las cifras publicadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, cada 98 segundos una mujer americana sufre abusos sexuales. De ahí el título que la californiana Maggie West ha escogido para su última instalación artística, 98, creada con ocasión de la Amber Rose Slutwalk de Los Angeles.
Slutwalk, en castellano, significa ‘marcha de las putas’ y es el nombre con el que se conoce a un tipo de manifestación contra la violencia machista y en defenesa de la sexualidad femenina que se originó en Canadá en el año 2011.
En Estados Unidos, sin embargo, estas marchas no son tan comunes como en su país vecino, pero es verdad la de Amber Rose sí es muy popular. Amber Rose es una cantante, diseñadora y socialité americana muy comprometida con la lucha feminista.
Volvamos a la obra de Maggie West, 98. Según explica la propia artista en su página web, 98 es una instalación construida a base de acero y plexiglass y consiste en un tejado repletos de fotos impresas en un material translúcido, recordando a las vidrieras de una iglesia.
En cada una de éstas, que suman hasta 40 imágenes, aparece una mujer desnuda.
“A través de la historia, la mayoría de las mujeres que aparecían en las vidrieras era santas. Y la mayoría de estas santas eran vírgenes, muchas de las cuales sufrieron toda clase de torturas con tal de no perder su pureza”, se explica en la propia web de Maggie West (ver fotos aquí).
“La Iglesia Católica reverenciaba a estas mujeres tanto por su compromiso con la salvaguarda de su pureza como por su compromiso con Dios”.
En lugar de celebrar la pureza de las retratadas en las originales fotografías de West, 98 homenajea la libertad sexual de las mujeres y pretende protestar contra las agresiones sexuales.
En el pasado, West ya usó su arte para luchar, por ejemplo, por el Planned Pantehood o la diversidad sexual o racial. De hecho, en 98 aparecen tanto mujeres transexuales como negras o prostitutas.