BUENA REFLEXIÓN
A pocos meses del esperado lanzamiento de GTA 6, el CEO de Take-Two Interactive, Strauss Zelnick, ha zanjado el debate sobre el papel de la inteligencia artificial en los videojuegos. En una entrevista con CNBC, el directivo aseguró que la IA jamás podrá crear un título del calibre del próximo gran proyecto de Rockstar Games.
El estreno de Grand Theft Auto VI sigue generando expectación y, mientras los jugadores esperan nuevas noticias, el CEO de Take-Two Interactive, Strauss Zelnick, ha ofrecido unas declaraciones que han reavivado el debate sobre la inteligencia artificial en la industria. Según el ejecutivo, la IA generativa nunca podrá crear un videojuego del nivel de GTA 6.
En conversación con CNBC, Zelnick fue contundente al respecto: "Supongamos que no existieran limitaciones con la IA. ¿Podríamos tocar un botón mañana y tener el equivalente a Grand Theft Auto y su estrategia de marketing? La respuesta es no. Primero, porque todavía no es posible. Segundo, porque terminarías con algo derivativo, no con un producto buen".
El directivo explicó que la inteligencia artificial trabaja con modelos de datos y procesos retrospectivos, lo que limita su capacidad creativa. "Por definición, no puede existir creatividad en ningún modelo de IA, porque se basa en datos", añadió.
Zelnick subrayó que, aunque la IA puede resultar útil en ciertas áreas de predicción o automatización, no puede reemplazar el trabajo humano en la creación artística y narrativa que exige un título como GTA 6.
Sus declaraciones se producen en un momento de gran expectación por el lanzamiento del juego, que fue retrasado hasta el 26 de mayo de 2026. Se estima que su desarrollo ha costado entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, lo que lo convierte en el proyecto más caro de la historia del entretenimiento digital.
Aun con el auge de la inteligencia artificial en el desarrollo tecnológico, Zelnick mantiene su postura: la genialidad detrás de GTA 6 seguirá siendo humana. Una declaración que muchos en la industria interpretan como una defensa firme del talento creativo frente al avance de la automatización.