El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
FEMINISMO
Entre uno de los iconos feministas más importantes de la historia se cuela un nombre español: Clara Campoamor. Abogada y diputada durante la II República, lideró el movimiento sufragista en nuestro país, siendo la primera mujer que consiguió el sufragio femenino desde la tribuna de un parlamento.
El mundo de la política también nos ha regalado muchos otros iconos feministas como Eleanor Roosevelt o Indira Gandhi. La ex primera dama estadounidense presidió el Comité de Derechos Humanos de la ONU y, a lo largo de su carrera, nunca cesó un ferviente activismo feminista. A su vez, Indira Gandhi fue la primera mujer en convertirse en primera ministra de la India. Hasta su muerte, Indira lucho por defender los derechos de la mujer en uno de los países más tradicionalistas de continente asiático.
Muchas son las mujeres que, mediante su profesión, han intentado romper el rol de la mujer como mera ama de casa. Marie Curie demostró que la ciencia también es un mundo de mujeres, siendo la primera mujer en ser galardonada con un premio Nobel de Física en 1903. Coco Chanel fue la primera mujer empresaria y, no contenta con ello, dedicó su vida a adaptar la cómoda ropa masculina a todas aquellas mujeres que se lanzaron al mercado laboral en el siglo XX.
Desde el mundo de la literatura no son pocas las mujeres que se han dedicado a defender la causa feminista. Virginia Wolf se convirtió en un icono de este movimiento al reivindicar la independencia de la mujer en su obra “Una habitación propia” en 1932. La autora de Frankenstein , Mary Shelley, refleja en su obra el abandono y la discriminación que sufren las mujeres por parte de la sociedad. Por no hablar de la escritora francesa Simeone de Beauvoir, gran luchadora por la igualdad de derechos de la mujer y por la despenalización del aborto y de las relaciones sexuales.
El arte también se ha convertido en un excelente vehículo para reivindicar los principios feministas. Frida Khalo hace alarde de ello convirtiendo sus cuadros en una búsqueda constante de la identidad femenina. Desde Hollywood, Katharine Hepburn fue la encargada de romper estereotipos demostrando que beber, fumar o llevar pantalones no son solo cosas de hombres.
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