El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
UPS!
Una tarde con tu crush en tu casa porque tus padres se han pirado. Ese parece a simple vista el mejor plan del mundo para poder poneros un poco a tono y rematar la faena dándoos mucho amor por todos los poros de vuestra piel. Pero ojo, que a veces no sale todo como desearíamos y, aunque te parezca imposible, practicando sexo también surgen muchas lesiones que pueden arruinarte la fiesta. Lo mejor es estar bien informados para prevenirlas y, si ocurren, detectarlas lo antes posible y ponerles remedio. ¡Toma nota!
-Quemaduras
Esto es muy, muy común. La fricción de las rodillas con el suelo o con la cama; los pies que rozan con cada movimiento... El caso es que tu piel acaba con una quemadura que se convierte en herida si no la cuidas como debes. Procura desinfectarla y, si es posible, que no te roce con nada en un par de días. Por supuesto que tampoco te dé el sol a no ser que quieras tener una marca en su lugar que te recuerde como un tatu al ligue de ese día, ¡ja!
-Tirones
Tras las quemaduras las lesiones más habituales son los tirones. Por un movimiento brusco puede que se te suba el gemelo o que la espalda te dé un latigazo de los que te hagan parar en seco. Tranqui, pasará. Ponte calor en seco durante un par de días y no le des más importancia de la que tiene-
-Infecciones
Ojo con esta lesión porque a veces se puede confundir con otras y si no lo atajas puede complicarse. Si sientes picor en tus partes, un olor raro, flujo de color en caso de las chicas, o esperma con un espesor fuera de lo normal en el caso de los chicos, puedes tener una infección. Si los síntomas no se te quitan en un par de días ve a la farmacia o al médico, necesitas un tratamiento.
No te olvides de que también debe tratarse tu pareja, si no os lo volveréis a pegar en el siguiente festín sexual.
-Juguetes atascados
Parece broma al leerlo, pero acudir a urgencias con juguetes atascados en la vagina o el ano es más normal de lo que puede aparentar. Si optas por utilizarlos, hazlo siempre con un lubricante y, por supuesto, asegúrate de que será fácil de sacar por donde ha entrado si no quieres un disgusto.
-Desgarros vaginales
La sequedad es el principal motivo de esta lesión tan dolorosa. Si notas que tu vagina no está tan húmeda como debería, hazte con un lubricante y todo será mucho más cómodo.
-Desgarros de pene
Aunque no son tan comunes como los anteriores, también pueden ocurrir. Los movimientos bruscos pueden hacer que el pene sufra un desgarro, y si te rayas pensando en cómo saber si te ocurre esto, tranqui, algo nos dice que el afectado te lo comunicará...