NO FUE TIMO
La superestrella de YouTube se superestrella con una inversión ruinosa en un tipo de coleccionismo muy difícil de entender. Esta es la historia de su fiasco.
En algún momento de nuestra vida (o en muchos), todos pensamos qué sería de nosotros con una cuenta bancaria de saldo mareante. Me vienen a la mente caprichos extremos y excentricidades varios, pero ninguno al nivel de Logan Paul y sus inversiones más descabelladas.
De los creadores de "me han engañado con una carta Pokémon de tres millones de dólares en la mayor estafa de la historia de YouTube" llega ahora "aquel NFT que me compré por 600.000 euros vale ahora 10". Una historia entre la comedia y el drama.
Pero pongamos un poco de contexto: el 23 de agosto de 2021, Logan chuleaba de haberse dejado calderilla rollo 188 ethereum (criptomoneda en una cantidad equivalente a 623.000 dólares) en un NFT exclusivo del transformer Bumblebee. O lo que es lo mismo: lo que vale un chalet de lujo en un dibujo.
A ver, que invertir en arte está muy bien y nadie le hubiera dicho nada si el autor del robot dibujado fuera, qué sé yo, Banksy, un cotizado artista urbano, pero es que había dos consideraciones extra: el NFT en cuestión no tiene forma física (no 'existe') y nadie garantizaba que su precio fuera a tener algún tipo de retorno. Lo que no podía imaginar (o quizá sí) es que se trascaba la magedia...
El youtuber Wall Street Silver -curiosamente, un creador del tipo Wall Street Wolverine pero americano en vez de andorrano- puso el siguiente tuit ayer mismo:"El NFT de 623.000 dólares de Logan Paul ahora está valorado en 10$. Sacad vuestras propias conclusiones".
No es nada que no haya reconocido el propio youtuber, que intentó el 13 de julio sacar algún provecho de su tremendo resbalón económico. "Hoy este NFT no vale casi nada" admitió, al mismo tiempo que sacaba "una serie limitada de 99 fotos originales inmortalizando este fallo" y por supuesto poniéndolas a la venta. No se sabe cuántas vendió, si es que vendió alguna.
A Logan se le calcula una fortuna oficiosa de 45 millones de dólares, que a este ritmo no le durarán mucho. Su última adquisición es una carta Pokémon valorada en más de cinco millones y que asegura que "esta vez sí es auténtica". Viendo el dinero que ha tirado directamente a la basura, estamos como para seguir sus consejos de inversión, ¿sabes?