El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
LOS PARECIDOS DE LA NUEVA PELI DE PIXAR CON OTRA DE HACE TRES AÑOS DESPIERTAN SOSPECHAS
Hace algunos años, el evento de cada nuevo estreno Pixar parecía ser infalible a las tempestades de la industria, el mundo de la animación no tenía competencia, y los demás estudios lidiaban por engancharse a la nueva fiebre con desigual éxito. Pero las cosas han cambiado. Los 2010 ya no tienen un solo trono y hay varias productoras que han logrado igualar técnicamente a las nuevas producciones de Pixar, que no brillan tanto como lo hacían en los 2000, cuando su reinado también incluía una superioridad en el diseño y acabado visual de sus obras.
Aunque esté lejos de un declive, Pixar ha quemado un poco su fuente de ideas, como demuestra que dos de sus últimas entregas del año pasado sean secuelas de éxitos pasados. No ayuda que John Lasseter, su máximo representante, haya tenido que desaparecer unos meses por ‘comportamiento inadecuado’. Sin embargo su última película, ‘Coco’ está recibiendo todo tipo de críticas positivas, aplausos y premios, además de triunfar en la taquilla. Todo bien, claro, pero no todo es de los colorines que luce su preciosa animación.
No pocas voces han surgido quejándose porque la película parece un remake de otra película que trata sobre el folklore mexicano desde el punto de vista fantástico. Se trata de la bonita ‘El libro de la vida’, que fue lanzada en 2014 por 20th Century Fox y se centraba en dos personajes, Manolo y Joaquín, que están enamorados de una tercera, en un trasfondo muy inspirado por el día festivo nacional de México, el Día de los Muertos, y además presentaba una tierra de la muerte colorida y visualmente apabullante en la que los personajes se tenían que aventurar.
En realidad, era una revisión del mito de Orfeo llevado al terreno de la cultura mexicana, con esa tierra de los muertos siendo un hades en el que Manolo se encontraba con sus antepasados. Otro detalle de su personaje es que es un aspirante a músico, siempre con la guitarra en la mano. Si vemos el argumento principal de Coco, no encontramos con esta descripción.
‘Un niño mexicano llamado Miguel ama la música y toca la guitarra, pero su familia está profundamente arraigada en su tradición de la tauromaquia y no quiere que sea músico. Miguel puede viajar a la Tierra de los Recordados allí busca a sus seres queridos y conoce a todos sus antepasados que le ayudan a regresar a casa para abrazar su sueño de la música.’
La mayor diferencia se encuentra en que ‘EL libro de la vida’ usa la historia de amor como McGuffin, mientras que en ‘Coco’ solo se trata de un niño que acaba sin querer en la tierra de los muertos, lo que lo lleva a explorar la historia de su familia. Aunque Manolo también quiere ser músico y usa su guitarra tal que así.
Mientras en ‘Coco’, Miguel aparece así.
Cualquiera puede elegar que una película sobre estos temas puede ser una coincidencia como la de ‘Bichos’ y ‘Antz’ en los 2000, pero todo tiene algo más de chicha. Para empezar, hay detalles en el momento en el que una y otra fueron realizadas. Oficialmente, la línea de tiempo ‘Coco’ habría sido comenzada ya en 2010, pero el primer anuncio oficial fue en 2012. Mientras tanto, ‘El libro de la vida’ comenzó a producirse a finales de 2012 y fue estrenada en 2014. Sí, podría ser que la idea de ‘Coco’ naciera antes de que se hablara una sola palabra sobre ‘El Libro de la Vida’ pero la realidad es que el mexicano Jorge Gutiérrez llevaba mucho más tiempo tratando de sacar su obra a delante.
El director, que considera el proyecto de su vida (es muy autobiográfica), comenzó a moverlo en el año 2000 a prácticamente cualquier persona que escuchara, incluyendo Dreamworks y, ¡Oh, sorpresa!, también Disney. Jorge fue rechazado con razones que no escondían más que el típico racismo disfrazado de datos. Básicamente la respuesta era que no había público para las películas hispanas en Estados Unidos. Lo triste es que si no hubiera captado la atención de Guillermo del Toro, la película nunca habría visto la luz del día.
Esto ha hecho saltar a muchos mexicanos en las redes, pero más que el supuesto plagio, lo que pica es el enfoque del Disney/Pixar para contar una historia típicamente mexicana. El estilo de ambas películas, colores brillantes mezclados con representaciones de calaveras y muerte, ha sido durante mucho tiempo una estética popular pero la mayor indignación estalló cuando Disney intentó crear la marca ‘Día de los Muertos’ en 2013. Básicamente como si intentara patentar la marca de la ‘Navidad’ porque va a llamar así a su película.
El estudio contrató a un equipo de expertos en cultura mexicana para consultar tradiciones, pero Pixar ha sido criticado más de una vez por faltarle el respeto a la cultura mexicana antes, por lo que el verdadero problema ya no es que las dos películas se parezcan. Lo que resulta irónico es que un mexicano que trabajó años por sacar adelante una película basada en su propia vida, usando a sus compatriotas y amigos como guionistas y animadores, con sus raíces mexicanas como únicas fuentes culturales, sea ahora eclipsado abrumadoramente por una película de Disney dirigida por blancos americanos.
Es posible, además que ‘Coco’ acabe ganando un Oscar y puede que lo merezca, pero el problema no es la película en sí, es algo particular con Disney y la industria de la animación en lo que respecta a la descripción de las culturas y su capacidad de comprar y vender su versión de casi cualquier cosa, adaptada para el mundo bajo el punto de vista corporativo.