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SE ESTRENA 'LA MONJA'
Puede resultarnos novedoso pero no lo es en absoluto. Marvel no tiene la patente de crear universos cinemáticos compartidos. De hecho, los primeros seriales del cine mudo tienen el honor de haber creado un arco que necesita de más de una visita al cine para completarse. Pero en cuestión de unir personajes icónicos, ahí fue el cine de terror quien creó la innovación en los años cuarenta.
Cuando Universal había desgastado sus franquicias de monstruos clásicos, como Drácula, Frankenstein, la momia y el hombre lobo, decidió que había alguna fórmula para ofrecer una especie de ‘Los Vengadores’ con criaturas. Así surgieron los “Monster Mash”, las famosas ensaladas de monstruos que comprimían en una hora y media al máximo de seres de la noche. La popularidad de los mismos los había convertido en puros personajes de tebeo, y el miedo era más bien aventura y diversión palomitera dirigida a niños grandes.
Ahora, el legado del plato combinado de superhéroes y villanos tiene en ristre a todas las grandes distribuidoras, con Sony y DC tratando de imitar el éxito de Kevin Feige y Disney. Pero tuvo que ser una película de terror la que realmente consiguiera hilvanar con sentido para Warner un mundo que fuera más allá de la hora y media de una sesión.
La primera película ‘Expediente Warren’ consiguió un éxito sorprendente en 2013, elevando la marca de su autor, James Wan, (el director de ‘Saw’ e ‘Insidious’) a tendencia firme en el panorama de multisalas. A partir de esta condujo su secuela y se erigió como productor de diferentes spin offs de sus dos éxitos, configurando lo que ya se conoce como el universo Warren, o como lo conocen en EE.UU. ‘The Conjuring universe’.
Pero empecemos por el principio. ‘Expediente Warren’ presentaba a una versión pulp de los investigadores paranormales reales Ed y Lorraine Warren (interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, respectivamente) tratando de encontrar la causa del encantamiento de la casa de la familia Perron a principios de los 70.
Con un presupuesto de tan solo 20 millones de dólares amasó casi 400, con lo que le siguió una secuela en 2016, ‘Expediente Warren: el caso Enfield’ en la que la pareja investigaba otro caso real, una aparente manifestación de poltergeist en el norte de Londres en 1977. Nuevamente fue un éxito con 320 millones de dólares con unos 40 de presupuesto.
La primera expansión del universo fue el capítulo dedicado a la muñeca Annabelle, que apareció por primera vez en el prólogo de ‘Expediente Warren’. La precuela a este episodio, recuperaba a la muñeca de la sala de artefactos diabólicos incautados de Ed y Lorraine, para contarnos cómo había llegado hasta ese lugar. Ambientada en los 60, fue otro éxito de 257 millones de dólares con un presupuesto pírrico de 6’5, aunque esta vez la crítica la puso a caldo, en este caso con toda la razón.
Sin embargo eso no fue un impedimento para que, tras el nuevo éxito de ‘Expediente Warren 2’, llegara una nueva entrega de Annabelle, dirigida por David S Sandberg. ‘Annabelle: la creación’ era una precuela de la propia precuela, remontándose algo más atrás en el tiempo para descubrir el nacimiento de la muñeca maldita. Un poco a modo de reinicio de su propia serie, dio mejores resultados, abriendo la puerta para una tercera entrega que dirigirá Gary Dauberman, el guionista de la mayoría de estas aventuras tangentes a las originales.
Pero el estreno de ‘Expediente Warren 2’ también tenía otra sorpresa. La monja infernal, conocida como el demonio Valak, fue una incorporación inesperada que causó furor entre los fans de la franquicia. Como consecuencia, no tardaron ni un mes en anunciar otro spin-off, el que nos llega ahora a las pantallas y que dirige Corin Hardy, un director irlandés responsable de la oscura ‘The Hallow’.
El resultado es una especie de ‘El nombre de la rosa’ de puro terror, con apariciones y demonios. Esta nueva entrega transcurre en 1952, antes incluso de la precuela de ‘Annabelle’ y explica la conexión de Lorraine Warren que aparece como salida de la manga de la segunda entrega, detallando un detalle de la ‘Expediente Warren’ original.
Poco a poco, se van cruzando todos los episodios. Por ejemplo, la monja demonio también tuvo dos cameos en ‘Annabelle: la creación’. La primera haciendo una aparición en una foto de la hermana Charlotte y en una secuencia postcréditos que es, de hecho, parte de la introducción de ‘La monja’.
Desgranado de esta forma parece que ha ido construyéndose bajo la marcha, pero lo cierto es que hay detalles de todas que se van atando de forma fluida y la correlación cronológica es bastante coherente. Aunque no solo se van cerrando los puntos anteriores, sino que el mundo de los Warren tiene ya planeados nuevos elementos en el tablero.
En junio se anunció otro spin-off del universo: una búsqueda de los orígenes del hombre retorcido, otro monstruo que apareció en ‘Expediente Warren 2’. Una especie de hombre del saco basado en una rima popular que interpretaba nuestro Javier Botet, infalible con su físico imposible. Otra posible ramificación podría venir en la forma de una enfermera siniestra.
Un concurso de Warner durante la campaña de promoción de ‘Annabelle: la Creación’ invitaba a jóvenes cineastas a crear un cortometraje que pudiera encajar en el universo y el ganador de podría convertirse en el próximo personaje oficial. El corto ganador fue ‘The Nurse’, que con tan solo dos minutos de duración lograba la atmósfera necesaria para perpetuar la mitología extendida de los Warren en un nuevo episodio.
También se habla de que una tercera película de ‘Expediente Warren’ está actualmente en desarrollo y tendría a Ed y Lorraine investigando un nuevo caso en los años ochenta. Es poco probable que Wan, más ocupado en rescatar el universo DC con su ‘Aquaman’, la dirija, aunque nunca puede descartarse.
Buenas, malas o peores, la marca ‘Conjuring’ está siendo imitada por todas las tendencias de terror, tanto independientes como multinacionales, y será recordada en un futuro como los Freddy y Jason de una nueva generación, pero, aunque aquellos también tuvieron su crossover en 2003, la estructura deslocalizada de cada capítulo para luego interconectarlos no tiene precedentes y puede ser la nueva tendencia también para el cine de género del futuro a medio plazo.