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EN ‘MOSAIC’ JUEGA A VARIAS BANDAS
Tras el hueso duro de roer que fue la serie ‘Agente X’, en la que Stone interpretaba nada más y nada menos que a la presidenta de los Estados Unidos, la actriz regresa a la pequeña pantalla después de un par de años de reflexión y películas sin mucho éxito comercial ni trascendencia. El suyo es un nuevo intento por hacerse un hueco en la televisión. Sigue queriendo ‘su serie’. ‘Mosaic’, miniserie que estrena HBO el próximo 23 de enero, podría serlo.
Con la lección bien aprendida después de lo ocurrido con la anterior, esta vez se cobija bajo el paraguas de Steven Soderbergh, quien dirige y produce esta serie que lleva su inconfundible sello, como ocurría con ‘The Knick’ y ‘The Girlfriend Experience’. Cuenta también con la marca de Stone, la de la seducción. Porque es la que le persigue, de la que no ha podido desligarse desde que fuera Catherine Tramell en 1992.
En ‘Mosaic’, la protagonista de ‘Instinto Básico’ repite por enésima vez el mismo papel que cae una y otra vez en sus manos. ¿Está encasillada? Puede que un poco sí. Si el espectador aborda un título de Sharon Stone puede esperar dos cosas, que interprete a una madre o a una mujer seductora. Lo segundo es lo que lleva haciendo años. Lo primero le ha venido más por la edad y empieza a ser recurrente en los últimos años.
Cómo es Stone en ‘Mosaic’
Olivia Lake (Sharon Stone), la protagonista de ‘Mosaic’, es una mujer madura, bien posicionada, con una casa impresionante y una cuenta corriente generosa. Ganó su status social gracias a su talento como escritora e ilustradora de libros para niños. La gente la adora. Da unas fiestas espectaculares y tiene una personalidad arrolladora. Ellas (las novias) la ven como una amenaza. Ellos, como una tentación.
Pero dentro de todo su glamour y su vida de riqueza, en el fondo Olivia se siente muy sola. Necesita que le digan lo atractiva que aún es, una seductora nata que disfruta con el juego. Y eso se ve en los primeros episodios de ‘Mosaic’. Juega a varias bandas. A la de ese joven que la hace sentir aún deseada sobre el que ejerce cierto poder como mecenas. Y la de ese desconocido que la rescata de un engaño pero que esconde algo.
Olivia vive por y para la seducción y hace del rechazo un drama. Hay una escena que comparte con Garrett Hedlund que lo dice todo. Ella rechazándole a él (o algo así) diciéndole que está bien lo de sentirse deseada por un joven, pero que no, que no van a ningún lado. Cuando en realidad la que ha manipulado, insinuado y dejado miguitas en el camino ha sido ella. Si las miradas atravesasen, la que le echa a la novia del susodicho hiela.
Con su otro interés romántico/sexual en esta miniserie se hace la encontradiza, como quien no quiere la cosa. Como si le importase la obviedad de sus intenciones. Sea como sea, en ‘Mosaic’ Stone vuelve a ese papel al que parece condenada: al de mujer que vive por y para conquistar a los demás. Se mueve como pez en el agua, se le da bien y le va como anillo al dedo. Da igual que esté a punto de cumplir los 60, para ella los años no suman igual que para el resto.
Un personaje recurrente, pero con matices
Stone vuelve a ser, sigue siendo, el símbolo de la seducción que fue en los noventa. Es la de ‘Desafío Total’, la de ‘Instinto Básico’, pero también la de ‘Condenada’ y la de ‘Casino’. Y la de ‘Aprendiz de gigoló’ y ‘Un ragazzo d’oro’. Siempre sensual, pero también con talento. Regalando matices en sus interpretaciones. Que muchos de sus personajes compartan intereses o motivaciones no quiere decir que sean calcos los unos de los otros. Su habilidad está en la sutileza que define a cada uno de ellos y en saber poner sus dotes dramáticas al servicio de los mismos.
Mantenerse activa en un sistema como el de la actuación en el que las mujeres cuando cumplen cierta edad son relegadas al papel de madre/abuela ama de casa, tiene mucho mérito. Más aún habiendo sido la guapa oficial de Hollywood en los noventa. Más aún habiendo sufrido un problema de salud tan grave como el que la mantuvo apartada un tiempo en 2001. Más aún teniendo la valentía de seguir arriesgando con proyectos como ‘Mosaic’.