'MALAS INFLUENCIARS'
Aunque se da por demostrado que compartir algunas comeduras de coco es beneficioso, no todos los influencers que sueltan consejos a través de internet están cualificados para hacerlo.
El hashtag #saludmental en TikTok tiene 9800 millones de resultados, y si lo pones en inglés las coincidencias se multiplican por cinco. Hay más etiquetas preocupándose por lo que es la salud mental que seres humanos en el planeta tierra, y eso solo en una de las redes sociales que consumimos.
Compartir los problemas personales se ha convertido en una rutina para influencers, streamers y sobre todo personas anónimas que encuentran alivio en soltar lo que les pesa, y -con prudencia lógica- esa práctica se puede poner poco en duda. Lo que es diferente es la de los aconsejadores casi profesionales que no tienen una preparación para respaldar sus palabras.
El pasado 10 de octubre fue declarado el Día Mundial de la Salud Mental, un recordatorio especialmente llamativo en redes, porque terapeutas y psicólogos avisaron de que hay mucho doctor suelto sin bases para asesorar en un tema tan delicado.
En territorio streamer, especialmente Twitch, tenemos unos cuantos creadores en nuestro país que hablan con una autoridad que no les corresponde, hablando de lo que han aprendido en terapia y que, por muy racional que suene, no es aplicable a los miles o millones de espectadores que a veces tienen. Como siempre, cautela.
Los ejemplos de consejos mal llevados se han hecho bastante virales desde el 10/10 (fecha redonda para el hashtag #saludmental), pero también hay ejemplos de gente que sabe de lo que habla. Roenlared, por ejemplo, se dio cuenta de que sus mensajes sobre trastornos alimenticios levantaban mucha curiosidad, por lo que creó una aplicación sobre bienestar emocional con casi 20 especialistas y también influencers dispuestos a atender las peticiones que le llegaban sobre todo tipo de temas.
Hay que resaltar que todos los que saben de esto desaconsejan el autodiagnóstico, un mal muy extendido en redes del que se quejan psicólogos en sus consultas. Contar tus problemas puede servirte para aliviar el dolor, pero la ayuda personalizada y directa no te la puede dar cualquiera, y es insustituible por mucho que quieran los gurús de la salud mental.