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ESTRENO DE LA PELÍCULA DE ESTE GORILA 2.0 EN EL FESTIVAL SXSW
Hace tres años y en pleno auge de la ahora extinguida aplicación Vine, nació Simply Sylvio: un gorila muy sensible y elegante que no habla al que gustan mucho los ganchitos de queso y versionar pequeñas secuencias de series o películas. A través de pequeñas historias en bucle de seis segundos, Silvio fue construyendo un universo narrativo que podríamos definir como la versión 2.0 de André Bretón y Buster Keaton. Un universo cinematográfico surrealista adaptado a la era del GIF animado.
Simply Sylvio se define como “un simple gorila tratando de vivir una vida simple”. Lo cierto es que las cosas que le hacen feliz (y que construyen su universo narrativo) son simples:
Los ganchitos de queso
Su mujer Lucy, que también es una gorila
Versionar secuencias de pelis o series
Vestirse como una mariposa
Tocarle la trompeta a su planta de Albahaca
Los vinilos
El misterio y la belleza infinita de la naturaleza
Bailar en la lluvia
A pesar de la aparente banalidad de algunos de sus gustos, ya desde sus inicios cautivó a muchas personas y atrajo a su alrededor a una comunidad bastante nutrida de seguidores.
La escritora Beth Rankin definió de la siguiente manera su amor hacia el personaje: “La felicidad parece mucho más fácil de obtener cuando se trata de las cosas pequeñas. Últimamente, mi felicidad proviene de una extraña e inesperada fuente: vídeos de 6 segundos de un gorila llamado Silvio".
Detrás de este personaje se encuentra el realizador Albert Birney.
Birney es un artista y músico, miembro de grupos indies americanos tales como Spinto Band y Music Tapes. Amante de la animación y de las escenografías artesanales, Birney comenzó a explorar Vine y descubrió que podría ser el vehículo ideal para dar forma a la historia de Sylvio y “capturar momentos que de otra forma se habrían perdido”.
Lo cierto es que en aquel momento muchos humoristas y artistas usaban Vine, pero casi nadie planteó lo que Birney: la construcción de un universo narrativo complejo y una serie cuyas piezas no seguían casi nunca una cronología clara pero que formaban un puzzle audiovisual.
Birney además comenzó a usar a Sylvio para colaborar con otros artistas (tales como Hazelst, Nicholas Megalis, Marlo Meekins y Nick Gallo) y así multiplicar y enriquecer las historias.
Uno de los ejemplos que muestran la complejidad y creatividad de este universo es el personaje de Herbert Herpels: un teleñeco que maneja Simply Sylvio y que tuvo su propio canal de Vine y sus propias historias. Una ficción dentro de otra ficción.
Sin embargo, la razón por la que Simply Sylvio podría ganar un premio en Sundance es porque antes de que Vine anunciara su trágico cierre, pero intuyendo que los seis segundos se quedaban cortos y tras más de 800 piezas, Birney y su amigo el también cineasta Kentucker Audley lanzaron una campaña de Kickstarter para expandir el universo de Silvio, consiguiendo recaudar más de 50.000 euros que les han permitido rodar una película que se estrena este fin de semana en el prestigioso aunque poco conocido Festival multidisciplinar SXSW.
Birney declaraba recientemente en la revista NoFilmSchool que había aprendido mucho de Internet y que Vine le había permitido enfrentarse a procesos creativos más rápidos y no tener que preparar una película durante tres años y medio.
No obstante, ahora se enfrenta a todo un reto: ¿será capaz Simply Sylvio de adentrarse en la narrativa de un largometraje de 80 minutos? Birney tiene claro que “necesitamos acceder a audiencias que no sepan de la existencia de Sylvio y que se enfrenten por primera vez a la historia”.
Y, si aún después de haber leído esto tienes serias dudas de darle una oportunidad a Simply Sylvio, Birney afirma que “internet siempre ha tenido como atractivo sentirse menos solo”.
Sin duda, en un país que ahora mismo tiene que soportar a Donald Trump, la candidez surrealista de Sylvio hace de este mundo un lugar mucho mejor.