El emotivo momento en que un niño paciente de cáncer se reúne con sus hermanos tras seis meses en el hospital
¿NECESITA LA BIBLIA UN CONTROL PARENTAL?
El padre barbudo, con túnica y sandalias, empuña una daga y está a punto de asestarle varias puñaladas a su hijo por orden divina. El niño está sobre una pila de sacrificio. Entonces, Dios le pide que se detenga. Es una Biblia para colorear, de las muchas versiones infantiles, que este mes de comuniones, se despacha en librerías.
La escena es en blanco y negro. Hasta que se coloreen sus páginas no se volverá lo suficientemente nítida para entenderla en toda su crueldad. Mira la foto. El libro para colorear es una Biblia para que los niños pinten los episodios más significativos del Antiguo Testamento.
En pleno mayo, mes de comuniones, las librerías muestran en sus lineales pilas de libros como éste, biblias que enseñan la palabra de Dios a los más pequeños.
En este caso, el padre con el puñal es Abraham. Dios le pidió que asesinara a su hijo como muestra de obediencia. Cuando estaba a punto de asestarle la puñalada al niño sobre la pila de sacrificio, Dios se lo impidió.
Es curioso cómo este tipo de violencia, un infanticidio, no sería del agrado de ningún padre o madre, por ejemplo, si se narrase en un cómic de superhéroes, en una película de Pixar o en un videojuego. Es seguro que los progenitores evitarían que sus hijos lo vieran.
En cambio, en una Biblia infantil, toda esta violencia está consentida sin ningún tipo de control parental. Es una cuestión de fe; y de educación religiosa.
El sacrificio de Isaac, que relata el anterior libro de colorear, es mucho más explícito en este otro volumen ilustrado. Abraham, el padre, blande su daga ante el gesto petrificado, ojos abiertos y perdidos a su destino, de un preadolescente Isaac, su hijo.
Este misma imagen, descontextualizada, sin que supiéramos que es de un libro sagrado, el de la Biblia que educa a los niños cristianos, causaría estupor en cualquier padre o madre que la viera en un telediario.
Ese mismo texto bíblico ilustrado relata también la proeza de Judith frente a Holofernes. La joven y hermosa viuda judía quiso así salvar a su pueblo ante los asirios de Nabucodonosor.
“Te diré cómo conquistar Betulia”, le dijo a Holofernes. Luego, cuando éste cayó borracho y se durmió, Judith le cortó la cabeza con la mismísima espada del guerrero.
Hemos pasado del infanticidio a la decapitación. El relato continúa cuando Judith huye de la tienda del guerrero asirio, con su cabeza en una cesta.
Pese a todo, esta violencia ilustrada también se complementa con el amor y obediencia que los niños deben aprender para ser fieles Dios.
“Con Dios me acuesto. Con Dios me levanto. (...)”. Las biblias infantiles que se despachan este mes de comuniones también se apilan junto a libros de rezos, como ése de la foto.
“Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. Sí, porque toda Biblia, comienza con estas páginas. “Al principio, no había nada… y Dios creó el mundo”.
La ilustración nos enseña a Adán y Eva, desnudos en el paraíso, creados a imagen y semejanza de Dios, mientras sobre ellos cuelga La Creación: es decir, planetas, la Luna, un agujero negro…
O cómo lo define el inicio bíblico: “el día y la noche”.