DECISIONES
Las prácticas extracurriculares son una oportunidad muy atractiva para muchos estudiantes universitarios, pero no siempre son la mejor opción para todos. Te explicamos cuáles son los pros y los contras a tener en cuenta en este asunto, para que puedas tomar la mejor decisión.
Cuando estás en la universidad, siempre tienes la oportunidad de hacer prácticas en alguna empresa o entidad. Muchas carreras universitarias cuentan, incluso, con prácticas curriculares, que son de obligado cumplimiento para todos aquellos alumnos que quieran graduarse. Pero hay algunas que no obligan a sus alumnos a completarlas, y que las ofrecen solamente como una opción para aquellos a quienes les interesen. ¿Cuáles son los detalles a tener en cuenta para decidir si queremos llevarlas a cabo o no?
Las prácticas extracurriculares te conceden una serie de créditos en base al número de horas que hayas pasado en ellas. Por lo general, unas prácticas a media jornada durante un cuatrimestre equivalen al número de horas que hay que invertir en una asignatura, y es por eso que normalmente se te concederán 6 créditos. Con ellos, podrás dejar de cursar una asignatura optativa de alguno de los cursos superiores; y, por tanto, tendrás que poner menos esfuerzo académico y te ahorrarás la matriculación en esa asignatura.
Debes tener en cuenta que, si tienes un gran número de asignaturas pendientes de cursos anteriores, será muy difícil compaginarlas con unas prácticas extracurriculares, tanto en cuestiones de horarios como de tiempo de dedicación.
La mayoría de las prácticas extracurriculares no están remuneradas, pero hay algunas que sí que tendrán una pequeña compensación. Muchas veces esta ronda los 200-300 euros al mes, que serán un buen extra para poder costear tus gastos personales sin depender de otras personas.
Construir CV es necesario desde que se está todavía en la carrera. Si tu sector no cuenta con una alta empleabilidad, sumar pequeñas experiencias como esta será de gran ayuda para tener un futuro profesional más prometedor.