Le dejan un mensaje homófobo en su comunidad de vecinos y responde con un cartel de lo más contundente
Come on!
Los idiomas dividen a la gente. No solo por entendernos (o no) si procedemos de diferentes países, sino porque hay quién los ama y se le dan bien, y aquellos que los odian y no consigue avanzar. Si estás en este último grupo, es posible que te hayas encontrado con una situación en la que debes hablar inglés (o defenderte) y te sientes incapaz, te tiemblan las piernas, no sabes qué responder y no ves la salida digna de ese momento.
No te preocupes. Por si te vuelves a encontrar en esa situación tenemos unos cuántos consejos para ti. Estos son los tips que puedes utilizar para disimular que no tienes ni idea de hablar inglés.
- Haz como que hablas por el móvil. Si te encuentras en una situación en la que ves que te va a tocar hablar inglés, una buena opción es esquivarla haciendo la clásica del teléfono: "Ay, que me llaman". Eso sí, no hagas el parguelas y pongo en silencio, a ver si te va a sonar de verdad mientras haces que hablar.
- Apúntate frases para quedar bien. Muchas veces entendemos algo del idioma pero no sabemos hablarlo bien, así que tiramos del típico "Ok" para todo. Eso es muy nivel básico y recuerda que queremos disimular. Para tirarte a la piscina del "sé hablar inglés" necesitarás frases cortas que queden bien del tipo: "Cool!" "Sure", "Not problem", "Really?" o "It’s ok, thank you". Con esas palabras (no muy difíciles de recordar) lo tendrás casi todo hecho. Tampoco te vendrá mal tener alguna frase o expresión aprendida para los mails del tipo "quite busy right now, catch you later!". ¡Quedarás de 10! ;-)
- El lenguaje universal. No hablamos de besar en la boca al que tenemos enfrente para entendernos (aunque, oye, quizás la situación lo requiera... Piénsalo), sino de asentir con la cabeza, dar la mano, hacer señas, señalas o sonreír. Es un idioma que todo el mundo entiende y a nadie le extrañará que lo uses.
- En un concierto, mueve los labios. Sí, todos lo hemos hecho. Todos nos hemos inventado alguna vez canciones en inglés diciendo palabras que nos sonaban cuando escuchábamos la letra pero cantar esas "letras propias" en un concierto, a viva voz, es arriesgarse demasiado. Así que, en esos casos, puedes tirar de mover los labios o de cantar bajito la letra que tú hasta decidido ponerle a la canción.
- Ante situaciones extremas, finge un ataque de tos. ¿No te acuerdas de esa expresión, de esa palabra o no sabes cómo salir de la situación? El baño siempre es una buena escapatoria. Finge un ataque de tos y haz un gesto con la mano que quiera decir algo así como: disculpad, no puedo evitar toser, voy al baño. Una vez allí busca las palabras o maneras de decirlo y vuelve muy dignamente a la situación con los deberes hechos.
- Hazte el afónico. Es otra situación radical que te ayudará en caso de no tener ni papa del idioma y de tener que pasar por el aro sí o sí. Tócate la garganta y finge no tener voz. Aunque ten en cuenta que esta excusa te servirá solo una vez... ¡Piensa bien cuándo usarla!
- No te compliques demasiado. Si te ves en la obligación (y sin escapatoria) busca expresiones muy simples. Tendemos a querer complicar mucho las cosas cuando hablamos y eso puede significar que acabemos en un berenjenal del quince. Por eso, si te ves en la obligación de hacer una frase corta (o de presentarte) ve al grano. Haz un sujeto, verbo y complemento básico y deja de meterte en el barro.
- Échale morro. Es posible que pienses que no tienes idea pero que, en el fondo, tengas una pequeña base. El primer paso es echarle morro. Si no te lanzas a hablar, tu cerebro no se pondrá en marcha de verdad y no aprenderás a corregirte e ir mejorando. Así que nuestro último consejo es que te lances a la piscina.