El reto se llama "Style not size" (estilo, no talla) y pretende romper los cánones de la industria de la moda.
En 2016, Ashley Graham se convirtió en la primera modelo de talla grande en la portada de la edición Swimsuit de Sports Ilustrated. Ella misma reniega del término "talla grande", ya que considera que un calificativo como tal clasifica a las mujeres y las define en función de la talla que utilicen. Pese a que aún queda mucho camino por recorrer, esa portada marcó un antes y un después en la industria de la moda, y abrió un camino para que nuevos cuerpos y tallas comenzaran a sustituir a los estándares de delgadez y perfección.
La industria ha cambiado mucho desde entonces, pero aún sigue existiendo una brecha entre los estándares de belleza y las mujeres reales que consumen esos productos. Según una encuesta de la revista Glamour, más de la mitad de las compradoras en Estados Unidos (un 68 % para ser exactos) se encontrarían dentro de la clasificación de talla grande. Sin embargo, un porcentaje mínimo de ellas son trabajadoras en la industria de la moda. Dicho en otras palabras, sólo va dirigida a menos de la mitad de sus consumidoras.
Paradójicamente, un estudio de la Universidad Estatal de Florida demostró que las mujeres tienden a retener un recuerdo de las modelos de talla grande mejor que de las modelos normativas, y que la exposición a cuerpos delgados y poco realistas tiene un efecto negativo en la salud mental y física de las consumidoras.
Afortunadamente las redes sociales están avanzando hacia un cambio drástico en la industria, a través de influencers de todas las tallas, la corriente body positive y activistas que tratan de concienciar acerca de la realidad detrás de los cuerpos perfectos y de los cánones de belleza.
Es el caso de Denise Mercedes, una modelo dominicana de talla 14 que ha lanzado un reto en redes sociales, llamadoStyle, not size (estilo, no talla). Este reto consiste en subir vídeos con su amiga María Castellanos, de cuerpo muy diferente al de ella, portando los mismos atuendos. Sus vídeos arrasan en las redes y han alcanzado la friolera de 30 millones de reproducciones y más de 3 millones de seguidores.
Denise comenzó con el modelaje a los 16 años, con una talla 8. Por desgracia, su estatura no convencía a las agencias de modelos y la descartaban por ser demasiado baja. Continuó su carrera en un segundo plano hasta los 21 años, y donde comenzó a despuntar.
Defensora del body positive, dirige la campaña Because it's my body (porque es mi cuerpo), que trata de visibilizar todo tipo de cuerpos y derrocar los estigmas sociales causados por la imposición de cánones estéticos.
"Mi mensaje clave es vestirte como quieras y amar tu cuerpo", explicó Denise para Bored Panda. La influencer espera que su reto consiga que algunas personas se sientan bien con su cuerpo, sin importar lo que la gente piense pues, tal y como afirma la creadora, ya es hora de "compararte con los demás".
También reconoce que "el hecho de que podamos inspirar a tantas mujeres a sentirse seguras y ser ellas mismas nos hace querer continuar en este movimiento". La pareja afirma estar encantada con la acogida de la gente y la cantidad de mensajes positivos que reciben.
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