Le dejan un mensaje homófobo en su comunidad de vecinos y responde con un cartel de lo más contundente
¡GUAU!
Kenny Herman, cansado de que cada noche desaparecieran las galletas de la cocina, decidió poner una cámara de seguridad para pillar a su hija con las manos en la masa. Pero qué va, la niña de 5 años demostró ser más que inocente.
El vídeo revela que el verdadero culpable es... (Redoble de tambores) ¡El perro!
La grabación, que ya se ha hecho viral en Twitter, no deja lugar a dudas: con gran destreza Max, el perro de la familia, rebusca en la encimera de la cocina hasta lograr su objetivo y atrapar la caja de galletas. Flipa.
El final ha sido digno de cuento: la niña ha resultado inocente y la familia ha decidido no castigar a este canino monstruo de las galletas, pues como explica el padre vía Twitter “no se le puede culpar, las galletas son irresistibles”.
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