HÉROE DE BARRIO
La foto de la puerta de un pequeña tienda de un barrio de Buenos Aires, Argentina, ha dado la vuelta al mundo gracias a un tuit. Cuando se enteraron de la muerte del quiosquero, los vecinos de la zona no dudaron en hacerle un pequeño altar frente al local que regentó en vida.
Si llevas viviendo en un barrio durante mucho tiempo, es normal empezar a conocer no solo a los vecinos de la zona, sino también a los trabajadores. El peluquero, la panadera, el de la cafetería, la del estanco... todos acaban siendo viejos conocidos a los que se les coge cariño.
Por eso cuando estos se jubilan o, por desgracia, fallecen, una parte del barrio se va con ellos. Tal y como ha ocurrido con esta pequeña tienda del barrio bonaerense de Recoleta, en Argentina, cuyo dueño murió hace poco.
Una noticia que no solo ha quedado entre los vecinos, sino de la que se ha enterado todo el mundo gracias a un tuit que le dedicó la usuaria @lausoho, una periodista que vive por la zona.
"Murió el señor del kiosko de mi barrio. Era un tipazo. Los vecinos lo despiden así", dice el tuit en cuestión, que sobrepasa los 2 mil retuits y los 100 mil 'me gusta'. A la publicación la acompaña una fotografía hecha por la propia usuaria en la que vemos la fachada de la tiendecita, completamente decorada por los residentes del barrio a modo de despedida.
Pegadas a la cortina metálica del quiosco se cuentan más de una veintena de ramos de flores de toda clase, muchos acompañados de carteles que en la foto del tuit no se alcanzan a leer, pero que contienen mensajes de puro cariño. En el único cuyo texto se distingue en la imagen se puede leer: "Se nos fue un tipazo". Además, le dejaron hasta una estampita de una virgen y varias latas de cerveza en el suelo.
En un segundo tuit, en tono de humor, la autora de la foto comenta lo siguiente: "Para que no digan que en Recoleta somos todos chetos pechofrío (?)". Recoleta es un barrio céntrico y de los más acomodados de la ciudad de Buenos Aires, de ahí su comentario jocoso, con el que quiere decir que no todos los de esa zona son unos pijos desalmados, pues se preocupan por sus vecinos.
El homenaje a Don Julio continúa en las respuestas al tuit, donde más vecinos siguen llorando su pérdida y compartiendo recuerdos de cuando pasaban por allí o hablaban con él.