INTERCAMBIADOS
Una de las anécdotas más locas de TikTok la protagonizan una chica y su gato, el cuál cree haber confundido con el de su vecina debido a que tienen el mismo aspecto. En uno de sus vídeos más virales, esta tiktoker cuenta la surrealista historia de por qué piensa que ha intercambiado a su mascota sin querer.
Todo el que tenga una mascota seguro que tiene anécdotas de lo más divertidas que contar. La naturaleza impredecible de los animales y la convivencia con ellos siempre da para largas historias y, a menudo, muchas risas. Y lo que cuenta esta usuaria de TikTok en uno de sus vídeos recientes más virales no es una excepción.
"Cinco razones por las que creo que mi gato no es mi gato". Así titula Cecilia (@ceciliaraaujo2 en TikTok) a su vídeo, en el que, mientras sostiene al animal, plantea una alocada hipótesis: "Literalmente creo que tenemos al gato de mi vecina y mi vecina tiene a nuestro gato".
"Vale, la cosa es que mi vecina tiene un gato exactamente igual al nuestro y un día pues los vimos a los dos juntos en el jardín y se me había escapado. Entonces yo salí corriendo y cogí a un gato", continúa explicando. "Cuando lo vi dije: vale, este tiene que ser el mío porque mi gato tiene un cicatriz en el ojo", concluye.
En un principio, tenía claro cómo diferenciarlo del otro, pero el problema llega después. "Yo llevo notando raro a Jerry o a quién sea este señor. Raro de verdad, muy raro, porque mi gato no me araña, mi gato es la cosa más buena del mundo", comenta Cecilia en su tiktok.
"El caso, no tiene la cicatriz y creo que no es mi gato", dice antes de soltar una carcajada ante lo surrealista de la situación. "Creo que tengo al gato de mi vecina y llevo un mes con él", añade sin poder creérselo.
Luego explica que si no ha hecho nada hasta el momento es porque el felino parece estar contento en su casa y en su compañía. Además, dice haber visto al que se supone que es el suyo "por ahí" campar a sus anchas sin mayor preocupación. "No sé muy bien como proceder, por qué en plan, ¿qué hago? le llevo a mi vecina el gato y cojo y le digo: toma tu gato, dame el mío", añade.
Pensando en la solución más lógica, Cecilia llega a la conclusión de que habría que ir al veterinario a que miraran los datos que figuran en el microchip identificativo que están obligados a llevar todos los animales de compañía en España.
"A ver este gato es muy bueno, o era muy bueno. O sea, mi Jerry... este no es mi Jerry. Yo le miro los ojos y debería tener una cicatriz", repite extrañada mientras sujeta al gato en brazos y le pregunta quién es.
Hasta resolver el misterio, Cecilia cierra el tiktok entre risas: "¿Cómo le explico que esta no es su casa? ¿Cómo lo explico que no soy su dueña?". Como remedio temporal, se le ocurre "adoptarlo y seguir llamándolo Jerry". "Porque mi Jerry está muy contento y este yo creo que también", dice al final del vídeo.
Por suerte, el vídeo de esta tiktoker tiene ya unos meses (tiempo en el que ha alcanzado casi el medio millón de likes en TikTok), lo que significa que existe otro vídeo en su perfil que pone fin al enigma gatuno.
Un tiempo después, la tiktoker publicó un vídeo en respuesta a alguien que le comentaba que necesitaba saber ya si era su gato o no. "Tengo a mi gato, es el mío", dice. "Me he dado cuenta porque he cogido fotos de cuando era bebé y tiene una marca característica que dudo que tenga el otro gato".
Eso pone fin a la gran pregunta, la cual había desencadenado decenas de mensajes por parte de muchos usuarios, quienes comentaban el tiktok original decepcionados con una dueña incapaz de reconocer a su propia mascota.
En referencia a estos comentarios, Cecilia se disculpa en un tono de humor: "Vamos a dejar esto como una simple anécdota. No he sabido reconocer a mi hijo. Perdón, soy una mala madre".