VISTO EN TIKTOK
La tiktoker Emiliana Artagaveytia se ha hecho viral en varias ocasiones por sus vídeos que comparan la vida en España con Uruguay, y en uno de sus últimos vídeos ha compartido la sorpresa que se llevó en su reciente escapada a Asturias.
España es un país increíblemente diverso, por lo que la experiencia que tendrá alguien al visitarlo variará mucho dependiendo de a dónde vaya. Conocer una zona no significa que lo que te vayas a encontrar en otra sea exactamente igual y esto lo ha vivido de primera mano Emiliana Artagaveytia, una uruguaya que comparte en TikTok su día a día viviendo en Valencia, comparando sus experiencias con las de su Uruguay natal.
En uno de sus últimos vídeos habla de su reciente viaje a Asturias, en el que fue víctima de un gran (aunque positivo) choque cultural. En el TikTok, titulado "Cosas que me sorprenden de España (Asturias)" y que han visto casi un millón de personas confiesa que a pesar de que ella creía saber todo lo necesario sobre España, se quedó impresionada con varios elementos de la cultura asturiana.
Lo primero y lo que más le sorprendió fue el tamaño de las raciones. Todo el que haya ido a Asturias sabe que en los restaurantes más auténticos sirven la comida en un perolo que podría alimentar a un regimiento, pero este dato era desconocido para Emiliana. En un restaurante pidió un menú del día que le costó unos diez euros y que creyó que podría con él, pero cuando se dio cuenta de que el menú incluía una "palangana" de fabada comenzó a preocuparse. Ella pensó que el cacharro en el que traían el guiso se utilizaría para servir una porción a cada uno de los comensales en su plato, pero para su sorpresa lo dejaron en la mesa con la promesa de que "si se acaba, hay más".
Flipó también con el hecho de que "Pedís vino y te traen la botella entera", además de una barra de pan, por si te quedas con hambre. Pero ahí no acaba todo, sino que todavía quedaba por llegar el resto del menú. "El segundo plato da para tres personas que están en ayuno y que se van a sacar sangre en unas horas". Lamentablemente, este no era el caso de Emiliana, que había cometido el error de salir a tomar un café antes de comer, que por supuesto incluía una tapa de muy buen tamaño, "Pides algo de tomar y te traen un plato de comer. No puedo más, mi sistema digestivo no está acostumbrado a tanto".
A pesar de su impresión con la cantidad de comida que se sirve en los restaurantes, Emiliana afirma que Asturias es uno de los lugares donde mejor ha comido, confesando que se le saltaban las lágrimas cada vez que probaba algo. Recomienda hacer un "ayuno de doce días como para purgarse" antes de ir a Asturias, y que al llegar sólo se coma una vez al día, para poder manejar las cantidades. En el viaje se le acabaron todos los antiácidos y medicamentos digestivos que traía consigo.
Comenta también que le sorprende que a pesar de consumir "bidones" de comida, los asturianos estén en tan buena forma física. Dice que le fascinó ver a señores de ochenta y noventa años bañándose en la playa a primeras horas de la mañana con apenas cinco grados. "Me sorprendió, yo pienso en mi abuela metiéndose ahí y no sale. Queda criogénica". Explica acto seguido que lo que estaban haciendo esos hombres se conoce como el "golpe de frío", y que se hace para favorecer la salud cardiovascular. "Les debe de funcionar, están inmaculados", aunque ella no fuese capaz de quitarse la ropa de abrigo para darse un chapuzón.
Otro de sus descubrimientos en su viaje fue la existencia del asturiano, que ella no sabía que se hablaba. Pudo aprender algunas palabras y dice que le encuentra alguna similitud con términos uruguayos. Por último, menciona "la técnica que tienen para servir la sidra en altura" o el escanciado, que para ella ha sido otra de las grandes revelaciones de su viaje.
Así que ya lo sabéis todos, cuando vayáis a comer en Asturias tened en cuenta lo que vais a pedir, porque es muy probable que os acabe sobrando comida si no tenéis en cuenta las generosas raciones que se sirven en la mayoría de restaurantes tradicionales.