Hogar o cuartel militar: las estrictas normas que unos padres les han puesto a sus hijas y que han indignado a las redes
Préstamo millonario
El experto bromista pone en un aprieto a su colega youtuber en una petición millonaria, y publica los sudores y malos momentos que Roma pasó en la conversación.
No quiero ni imaginar cómo debe ser un 28 de diciembre si eres colega de Tiparraco. De nombre real Jesús Casabón y con 33 años, el apodo le viene de cómo le llamaba su abuelo, y casi con cada nuevo vídeo que sube demuestra que es un nick que le va como anillo al dedo.
Conocidas son sus bromas (que también puedes ver en Flooxer) donde mete a gente del gremio, y de la talla de ilustres como AuronPlay. Y sabemos que sus bromas son bien pesadas, como cuando se disfrazó de sacerdote y comenzó a visitar farmacias o a pedir a transeúntes que le compraran condones.
Lo de los preservativos dejaba a la gente patidifusa, pero al fin y al cabo eran personas a las que no conocía. La última, sin embargo, es para poner a prueba a un buen amigo suyo: Roma Gallardo. Su colega de profesión tiene unos 850.000 seguidores, una cifra más que respetable, y toca temas de todo tipo. Es conocido por sus reflexiones de temas de actualidad, y por hablar muy claro en sus publicaciones.
Aún con todo lo avispado que es, nada puede prepararte para una broma bien elaborada por parte de Tiparraco. Colocando una cámara oculta y explicando sus intenciones, el bromista más conocido de YouTube. "Muchos ya lo sabéis, Roma para mí es como de la familia, muy amigo mío".
El caso es que le convoca a su casa y graba a escondidas la conversación, con la que pone en situación a Gallardo. "Voy a ir al grano: necesito unos 110.000 euros", le dice tras unas explicaciones para justificar semejante cantidad de dinero. La cara de Roma es un poema, claro.
Es alucinante cómo aguanta la risa (o las lágrimas) Tiparraco, porque su íntimo amigo le confiesa que no tiene semejante cantidad de dinero. Y a pesar de ello, le asegura que le daría todo lo que tiene en la cuenta, gran parte de lo que tiene en efectivo, e incluso podría pedir un crédito... impresionante.
Cuando le dice la verdad, Roma se sube al sofá y entre risas y sofoco, se dan un abrazo de colegas totales. Un puntazo ver que de verdad son tan amigos, y que hay gente capaz de darlo todo por los que más quieren. Por si acaso no lo pruebes en casa, no sea que te lleves una mala sorpresa.