Michael Bettis de 32 de años, de Detroit, Michigan, se quedó temporalmente sin hogar en 2003 después de que sus padres lo expulsaran de la casa familiar. Michael llegó a considerar quitarse la vida pero un amigo le rescató y le llevó a vivir con el.
Pero Michael se encontraba en un estado depresivo, sólo se dedicaba a jugar a videojuegos y comer comida basura en un buffet chino local, el McDonalds y cualquier restaurante de comida grasienta que encontrase.
Pero por suerte en 2007 decidió darle la vuelta a su vida y lo consiguió. Se quitó de encima la depresión, perdió más de 60 kilos y en el proceso encontró el amor de su vida.
No hubo ninguna dieta milagro, ningún secreto ni nada espectacular en su cambió. Mike Bettis simplemente redujo su dieta diaria de 10.000 calorías a 2.000, dejó la comida basura por comida preparada por el en casa con verduras y empezó a hacer deporte de forma continuada. También dejó de fumar, dejó atrás las cervezas y los videojuegos y se levantó del sofá que le tenía atrapado.
"Gané fuerzas para ir a la universidad – ahora soy una persona completamente diferente. Sé que no quiero volver y no quiero que la gente me trate de manera diferente debido a mi peso, pero la verdad es que la gente te trata mejor cuando tienes un buen aspecto".
A finales de 2015, conoció a Andrea, en Tinder. Ella también comparte el gusto por los hábitos saludables y por comer bien. Ahora juntos postean videos de fitness en su perfil de Instagram
@obesetoabeast (De obeso a bestia) para motivar a sus seguidores.
Y Mike admite que Andrea lo mantiene en el camino de su físico en forma. Dijo: "He tenido un peso saludable durante siete años. Cada vez que alguien está triste, le digo: "todo el mundo merece ser feliz, todo el mundo es capaz de hacer lo que quiere y ser feliz".