AYUDA PSICOLÓGICA
La presentadora e influencer resurge en redes tras unos días apartada y agradece la ayuda profesional que ha recibido para gestionar una reciente polémica.
Aunque agosto es oficialmente el mes del descanso y el cachondeo, gran parte de lo que llevamos de mes han sido muy convulsos para Carolina Iglesias. El 50 por ciento de 'Estirando el Chicle' ha tenido que enfrentarse a una polémica gorda que ha sabido capear gracias a ayuda profesional.
"Ayer fue mi primer día de psicóloga y hoy me veo con fuerzas de volver a asomar la cabeza por aquí", dice en una larga confesión instagramer. "Quiero pedir disculpas a la gente que se haya sentido decepcionada, a mi colectivo LGTBIQ+, al que he fallado, y un gracias enorme a la gente que no nos ha soltado la mano en estas semanas tan duras".
Se refiere al jaleo que se montó en redes tras el paso de Patricia Sornosa, una cómica abiertamente tránsfoba, por su programa radiofónico. "Gracias a nuestro público que nos expuso su desacuerdo de una forma tan educada, es un orgullo teneros. Y de nuevo: lo siento. No he sabido gestionarlo mejor".
En realidad Carolina habla a menudo desde Estirando el Chicle sobre la salud mental y cómo ella misma consulta a menudo con su psicóloga los problemas de alguien con su alcance mediático. Suele haber mucho chiste con el trabajo de los influencers, pero asimilar lo de estar siempre a juicio, el seguimiento masivo y el hate injustificado tiene un alto precio.
Ibai, Paula Gonu o incluso ElXokashan hablado sobre el tema y cómo sus variadas situaciones les llevaron a pedir ayuda psicológica, algo de lo que todos están orgullosos en reconocer. "Nadie te enseña a gestionar una polémica, que no hay normas para enfrentarla y sentirla", explica Carolina. "El silencio no siempre comunica y mi silencio ha sido fruto del miedo al ver la magnitud de lo ocurrido, que me ha paralizado".
Son síntomas que ya describió el muy poco polémico pero ultrapopular Rubius, quien en su época de fama meteórica llegó a admitir que "no podía podía salir de casa por la ansiedad". Iglesias quiere sacar algo positivo de todo esto: "Aprendizajes como el de que me voy a seguir equivocando y, aunque asusta, esa es la vida y también la profesión que he elegido".
La compañía que seguro va a tener es la de su inseparable Victoria Martín, a la que manda un mensaje personalizado. "Empezamos esto siendo dos pringadas que buscaban su lugar, y así seguiremos siempre. De la mano. Nos caemos, aprendemos y nos levantamos. Te quiero, palante con la vida".