PRECIOS DINÁMICOS
La locura por los conciertos de Bad Bunny en nuestro país ha terminado en denuncia. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado a Ticketmaster ante el Ministerio de Consumo por los gastos adicionales en las entradas y ha criticado que usaran los polémicos precios dinámicos.
Muchas personas se han sorprendido por todo lo que ha ocurrido con los conciertos de Bad Bunny, pero quienes ya vivimos de cerca lo que pasó con la venta de entradas para Taylor Swift o Karol G sabíamos que esto era previsible. Los problemas habituales con Ticketmaster, como los gastos de gestión, cargos adicionales y, más recientemente, los polémicos precios dinámicos, vuelven a estar en el centro de la polémica.
Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decidido actuar, presentando una denuncia contra Ticketmaster ante la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Consumo. La organización considera que el cobro de ciertos conceptos en las entradas para los conciertos de Bad Bunny en Barcelona y Madrid es "irregular y abusivo".
El artista puertorriqueño ofrecerá la impresionante cifra de doce conciertos en España: dos en Barcelona (22 y 23 de mayo en el Estadi Olímpic) y diez en Madrid (30 y 31 de mayo, 2, 3, 6, 7, 10, 11, 14 y 15 de junio en el Estadio Metropolitano).
Desde el inicio de la preventa, muchos compradores informaron a la OCU de que, al intentar adquirir sus entradas a través de las webs autorizadas, se encontraban con hasta tres cargos no reembolsables: gastos de gestión, una donación y un cargo VIP.
Según la OCU, una entrada con un precio base de 79,50 euros puede alcanzar los 269,30 euros al sumarse los siguientes costes adicionales: 3,30 euros por una donación, 36,50 euros en concepto de gestión y 150 euros por un supuesto extra VIP.
Esta denuncia se suma a otras acciones previas de la OCU, que lleva tiempo criticando que estos gastos se trasladen al usuario final en lugar de al vendedor, especialmente cuando no se informan claramente hasta el último paso del proceso de compra.
También se cuestiona que estos cargos no sean reembolsables, lo que significa que, si el consumidor necesita cambiar o devolver la entrada, pierde ese dinero.
Además, la organización critica la falta de transparencia en el uso de los precios dinámicos, cuyo valor fluctúa "según el mercado", sin explicar claramente qué factores influyen ni cómo se aplican. Por ello, la OCU reclama una regulación específica que ponga fin a esta práctica.
Los precios dinámicos, utilizados por Ticketmaster, consisten en ajustar el valor de las entradas en tiempo real, en función de la demanda. Así, cuanto mayor es el interés por un evento, más pueden aumentar los precios, incluso en zonas que originalmente se anunciaban como asequibles. Esta estrategia ha sido objeto de fuertes críticas en los últimos tiempos, ya que, en eventos con gran demanda, las entradas pueden encarecerse drásticamente.
Ticketmaster, por su parte, defiende que el sistema de precios dinámicos está claramente indicado, que el importe se mantiene una vez seleccionada la entrada, y que es el propio artista quien decide si implementarlo o no.