El emotivo momento en que un niño paciente de cáncer se reúne con sus hermanos tras seis meses en el hospital
¿Vestirán aún en chándal? ¿Qué música añorarán, la de Rosalía? ¿La pensión les dará para vivir?
Imaginamos, con ayuda de sociólogos, politólogos o expertos en música y moda, cómo serán los jóvenes de hoy dentro de medio siglo. ¿Vestirán aún en chandal cuando se jubilen? ¿Llegarán malamente con su pensión a fin de mes? ¿Qué música añorarán, la de Rosalía?
Se dice que la generación millennial, la formada por quienes nacieron a partir de 1980, se adapta rápido a los cambios. Una circunstancia que se explica, en parte, por haber sido protagonistas de una evolución tecnológica de vértigo: los miembros más mayores de esta generación crecieron sin móviles o internet, mientras que los más jóvenes son nativos digitales. Sí: el mundo parece haber girado más deprisa en las últimas décadas.
Esa permeabilidad a lo nuevo y cambiante puede ser, también, un arma de doble filo. Incluso, suscitar dudas: en una sociedad de consumo afanada en vender la idea de la eterna juventud, ¿cómo afrontarán la vejez los jóvenes de hoy?
Dada la velocidad, cada vez mayor, a la que se producen los cambios sociales, ¿qué visión tendrán del mundo quienes hoy tienen 20 o 30 años? ¿Cuáles serán sus valores? ¿Cómo será el mercado laboral? ¿Cómo vestirán? ¿Qué música sonará en sus reproductores, sean como sean éstos?
Las preguntas son casi infinitas. Y las respuestas, puro periodismo-ficción: la historia demuestra que sólo unos pocos acontecimientos de los que han marcado a las distintas generaciones pudieron predecirse con antelación. La mayoría parecen ser fruto de una serie de acontecimientos aparentemente aleatorios. Tendencias que en su día parecieron llegar para quedarse resultaron ser efímeras, mientras que otras que han permanecido inalterables no fueron tomadas demasiado en serio por quienes las vieron nacer.
Pese a todo ello, en Tiribus Ocultas hemos querido jugar a imaginar la vejez de los millennial con la ayuda de varios expertos en diferentes campos. Empezando por intentar vislumbrar cómo será la sociedad en la que les toque vivir… y cómo la vivirán ellos. De la sociología a la moda, pasando por la política o la música.
No son diferentes a sus padres cuando eran jóvenes
“Creo que la generación millennial está un poco sobredimensionada y sobreteorizada”, opina Héctor Cebolla, doctor en Sociología y profesor en la UNED. “En realidad no son tan especiales ni tan diferentes a generaciones anteriores. De hecho, se comportan de manera extraordinariamente similar. Eso no quiere decir que no tengan elementos específicos: es la primera que ha tenido fácil tomar conciencia de su propia posición en el mundo, comunicarse y articularse como generación. Elementos como la producción artística o el mero hecho de tener opiniones públicas era, en otro tiempo, algo casi elitista que ahora se ha democratizado”.
El mundo cambia, sí, pero para ellos y para todos. “Me surge una duda”, reflexiona Cebolla. “¿Cómo va a reaccionar esta generación tan ensimismada y frágil cuando venga una nueva que les desplace del foco?”, se pregunta. “En materia tecnológica, muchos millennials son nativos digitales, pero pronto vendrán otros que lo serán al 100%, incluso con una nueva forma de relacionarse con la tecnología mucho más personalizada que dejará obsoletos a los millennials actuales. Probablemente, con capacidad incluso de programar sus propias apps”.
Con todo, Cebolla lo tiene claro: los millennials serán… como todos los demás. “Creo que, cuando lleguen a viejos, repetirán el ciclo vital de los babyboomers nacidos en los 60 y los 70 y se comportarán de manera muy similar. Porque comparten elementos clave: básicamente, haber sido excluidos por una generación anterior, la de los 40 y 50, que en muchos aspectos ha sido muy privilegiada, como en lo que respecta al acceso al mercado laboral y a los principales cargos de poder”, apunta.
Viejos y más pobres, como la generación que les precede
Los millennials se enfrentarán también a una realidad innegable: cada vez habrá más gente mayor. “La pirámide demográfica es la que es: conforme pase el tiempo va a haber más viejos. Y por tanto, las pensiones tenderán a ser cada vez más bajas”, vaticina Cebolla. “A buen seguro, eso llevará a que la pobreza en la tercera edad esté más extendida. Pero tampoco serán los primeros en enfrentarse a ello: antes llegarán los que nacieron en los 70”.
Ante esa amenaza de la pobreza o los cambios sociales, un viejo mantra: ese que dice que a los jóvenes les interesa cada vez menos la política. Por contra, una realidad innegable: es en esta etapa de la vida cuando nos inclinamos de uno u otro lado en la balanza ideológica.
No dejarán de votar a los nuevos partidos
“Las ideas políticas de un individuo se forman generalmente en la adolescencia”, explica Jorge Galindo, politólogo y miembro de Politikon. “Algunas nos acompañan toda la vida y otras se quedan en el camino. Es lo que en ciencia política se llama la diferencia entre un efecto cohorte, que afecta a una generación y siempre la va a acompañar, y otro que tiene que ver estrictamente con la edad: sabemos que la gente mayor tiende a ser más conservadora, independientemente de lo progresista que fuera en su juventud”.
Más allá de lo que nos marque (mucho o poco) el inevitable hecho de hacernos mayores, hay acontecimientos de índole política que marcarán nuestra manera de ver el mundo. “En el caso de España están claros: la crisis económica, social y política, la cuestión catalana, el 15-M como primera expresión de esa crisis y el surgimiento de nuevos partidos políticos son claramente generacionales”, enumera Galindo.
En opinión del politólogo, “toda esta secuencia de hechos tiene un efecto cohorte: no, los millennials no van a dejar de votar a Podemos o a Ciudadanos a medida que envejezcan, pero hay ciertas posturas que irán cambiando con los años, como ha pasado con todas las generaciones anteriores”.
¿En qué aspectos lo veremos, más allá del voto? “Hay que prestar atención a los debates de esta generación”, explica Galindo. “La igualdad de género, la inmigración, la precariedad, el rol del estado del bienestar… Es posible que los debates económicos se diluyan conforme pase el tiempo: en España la gente se incorpora tarde a la vida adulta. Pero cuando lo hace, hay un proceso de olvido. Al fin y al cabo, aspectos como la precariedad están muy ligados a la juventud. Sin embargo, creo que los debates culturales y sociales, que también tienen su traslación a la esfera política, sí se van a quedar con nosotros”.
Sentirán nostalgia de las canciones de Rosalía
Pero hay mucho más allá de la sociología o la política. Por ejemplo, la cultura. Y dentro de ello, pocas cosas más generacionales que la música. Los grupos o géneros que escuchamos han sido, durante décadas, seña de identidad inequívoca de la juventud. Puede que eso también esté cambiando: hoy en día los jóvenes parecen más abiertos a escuchar músicas de todo tipo. Las viejas tribus urbanas, construidas a menudo precisamente en esa pasión por un género y estética concretos, parecen estar pasando a la historia. Pero, ¿cómo recordarán aquellos años lejanos como este 2018?
“Cuando los millennials sean mayores sentirán nostalgia de la música que escuchaban de jóvenes”, vaticina Joan Luna, director de la revista musical Mondosonoro. “Es algo que se ha repetido generación tras generación, y que es parte del espíritu humano: siempre sentiremos como muy especial e incomparable aquello que hemos vivido en una época concreta de nuestra vida”.
“A buen seguro, llegados a la jubilación, habrá millennials que sigan al tanto de las novedades musicales y escuchen música de manera horizontal, que es lo que sale en el momento actual”, apunta Luna. “Pero muchos de ellos, como ha ocurrido siempre, asegurarán que ya no se hace nada bueno, que la música nueva es ridícula y que no hay nada como lo que se hacía en 2017 o 2018. También es probable que muchos de los que ahora escuchan géneros como, por ejemplo, el rap, empiecen a investigar en las raíces del género y a descubrir la música negra de los años 70”.
En cuanto a los nuevos géneros -y en caso de que surjan- hay pocas cosas más difíciles que imaginar cómo sonará la música en un año como, por ejemplo, 2050. “En la historia de la música todo ha ocurrido a una velocidad sorprendente”, reflexiona el director de Mondosonoro. “Puede que haya sonidos totalmente nuevos, pero lo que es seguro es que habrá revivals de músicas ya olvidadas, como está ocurriendo ahora con Arctic Monkeys reivindicando a Gainsbourg. Cada vez se extiende más eso que se ha venido a llamar retromanía”.
Ancianos en chándal
Si cuesta imaginar a jubilados reivindicando el trap o el reguetón frente a hipotéticas nuevas músicas, aún es más difícil teorizar sobre cómo vestirán. Laura Martínez del Pozo es fundadora de Peseta, una marca de moda con dos tiendas en Madrid, en los barrios de Malasaña y Chueca. “Creo que los millennials primarán, sobre todo, la comodidad”, explica. “El sport es cada vez más sport: el chandalismo tiene mucho recorrido por delante”.
Prepárense: dentro de 40 o 50 años lo raro será cruzarse con jubilados que no vistan chándal. Y del mismo modo, lo normal será seguir atravesando, como en la música, un revival tras otro. “Todo vuelve, todo el rato”, confirma Laura. “Ahora está de moda el rollo noventero, casi bakalaero, que a la generación anterior le generaba rechazo. Del mismo modo, triunfan prendas como las chaquetas vaqueras anchas o los pantalones de cintura alta y se reivindica con orgullo el rollo choni, que ahora se ha rebautizado como ratchet y que a los jóvenes de hace 15 o 20 años nos horrorizaba”, ríe.
Los materiales serán otro de los grandes campos de innovación. “Cada vez serán más técnicos e inteligentes”, opina Laura. “Y se diluirán las diferencias entre sexos: cada vez habrá más gente vistiendo ropa que no sea claramente de hombre ni de mujer”. Del mismo modo, la preocupación por la llamada “moda ética” también irá en aumento. “Veremos un aumento progresivo de prendas confeccionadas con materiales reciclados y una mayor demanda de ropa fabricada en condiciones social y medioambientalmente sostenibles”, asegura.
De derechas o de izquierdas. Interesados por las nuevas música o nostálgicos de fenómenos como Rosalía. En chándal o pantalones de pana, una cosa está clara: los millennial envejecerán como todos los demás. Aunque, como ha ocurrido con las anteriores generaciones, la suya será una tercera edad diferente cuyos pilares están siendo edificados hoy.