DIOS TUITERO
Todo el mundo conoce a Judas, pero muy poca gente sabe que, cuando éste se suicidó, quedó vacante una plaza entre los doce apóstoles y éstos se dispusieron a cubrirla.
Y es que, según dice la Biblia, los Doce Apóstoles elegidos por Jesús lo son para el presente y para el futuro, cuando "juzguen (como nuevos doce patriarcas) a las doce tribus de Israel; y, por su número, ellos expresan una plenitud que, en este caso, representa la plenitud del Pueblo de Dios".
Doce meses del año, doce signos del zodíaco, doce apóstoles.
Resulta que Matías no era el único que aspiraba a la plaza. Había otro, un tal José, de sobrenombre Barsaba, que era conocido como "el Justo", y también tenía muchas posibilidades.
Jesús ya había ascendido al cielo y no podía bajar a elegir a ese nuevo apóstol, y el Espíritu Santo todavía no había sido enviado.
Como en aquel tiempo todavía no se habían inventado las oposiciones ni el concurso de méritos, los once apóstoles restantes lo resolvieron a suertes. Y ganó Matías.
De Matías se cuenta que debió ser una persona también cercana a Jesús. Según la tradición, llevó su palabra a Etiopía y acabó martirizado, pero no se sabe. Todo el mundo hablaba de Judas.
Se le atribuyen tres escritos apócrifos, entre ellos, "el Evangelio de Matías", y sus reliquias están más repartidas que el Gordo de Navidad: podemos reverenciarlas en Tréveris, Roma, Padua y hasta en Perú.
Matías es algo así como un concursante de Operación Triunfo 6. Llegó después y nadie se acuerda de él. Pero allí estuvo. Con este humilde artículo, he querido rendirle un pequeño homenaje a él y a todos los que la historia algún día olvidó.