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Señales de alerta para no liarte con una persona

Becaria nos habla del deporte de riesgo que es liarte por primera vez.

Una pareja mirándose al cruzarseiStock

Liarte con alguien por primera vez es tan deporte de riesgo como ir a una clase de crossfit en chanclas o pasear por la Puerta del Sol de Madrid con la cremallera del bolso abierta. Nunca sabes por dónde puede salir la cosa, ni mucho menos cómo de desgraciado puede acabar todo, por eso es importante tomar nota de los detalles en la agenda invisible y saber salir corriendo a tiempo para evitar males mayores.

Habla mucho de su ex

Una 'red flag' para no liarla liándote con la persona equivocada es cuando la mayor parte de su conversación la monopoliza su ex: "Mi ex decía que..."; "Ella siempre me dijo que yo..."; "Nos encantaba ir a...". Esa persona vive de sus recuerdos con quien ya no es su pareja y cualquier cosa que viva con otra la acabará comparando con su ex, sobre todo follando. Será un pulso entre sus recuerdos y sentimientos mientras hace el garfio con sus dedos dentro de ti pensando que lo que funcionaba con quien ya no le quiere, a ti te hará ver las estrellas sin darse cuenta de que eres otra. Él eyaculará por inercia y acabará llorando.

Alardea de ser un gourmet oral

Cuando en la conversación va colando cada poco sus bondades durante el apareamiento y el sexo oral, estamos ante otra señal de alerta muy de las viejas masculinidades para salir corriendo. Siempre coincide que estos especímenes son los que peor lo comen por diferentes motivos: han estado toda la vida con la misma persona y se creen que todo el monte es orégano con su técnica; se han tragado todos los orgasmos fingidos creyendo que hacían la obra maestra bucal de su vida; se creen los protagonistas de su propia película porno mental. En la cabeza de quien alardea de hacer un sexo oral genial cuando se resumen en fatal, es espectacular.

Complejos y traumas

Si desde el primer momento te hace ver todos sus defectos, denotando un complejo excesivo con cada parte de su cuerpo; su barriga; su calva; los testículos colganderos; un huevo más grande que otro; el tamaño de su polla, destacando que está por debajo de los 13 centímetros de la media nacional española; su estatura, sus pies planos y cualquier detalle de su anatomía, es evidente que no contará con tu aceptación y acabarás viéndolo peor parado que al Jorobado de Notre Dame o que a Hermann Tertsch un sábado a las tres de la madrugada agazapado en la base de una farola. No folles por pena y sugiérele una terapia profesional para su salud mental.

Follador espiritual

Si tiene un cierto halo de misticismo, psicomagia y espiritualidad, te habla de maestros hindúes con el pelo largo, de que no tiene cama y que duerme con el colchón en el suelo, del tantra yoga, de la alquimia sexual taoísta y el neotantra, de la reflexología sexual, de que todas las partes del cuerpo tienen su zona refleja en los genitales y en los pies, de practicar la retroeyaculación, del reiki, de las energías, de la compatibilidad sexual según el horóscopo y de otras chaladuras esotéricas por el estilo, huye, esta persona quiere absorberte el alma y captarte para su secta.