RIESGOS SERIOS

Ver Reels o TikToks podría producir daños cerebrales similares a los del alcohol

Investigaciones recientes alertan: las ráfagas de vídeos de formato corto, como Reels o TikToks, pueden sobreestimular nuestro sistema de recompensa de forma semejante —aunque no idéntica— al alcohol. Este consumo continuo podría erosionar nuestra atención, interrumpir el sueño y reconfigurar cómo nuestro cerebro valora el placer y toma decisiones.

Imagen de una mujer mirando el móvilFreepik

Nuestra atención está constantemente bombardeada con fragmentos visuales veloces, superpuestos, fugaces… y no es casualidad que se parezcan al diseño de una videoteca digital compulsiva. Según un estudio publicado en NeuroImage, esas ráfagas de Reels o TikToks activan los mismos circuitos cerebrales asociados al alcoholismo o al juego patológico: hablamos del sistema de recompensa dopaminérgico. El efecto: cada vídeo ofrece un pico breve, pero repetido… y eso puede desensibilizarte poco a poco.

Al mismo tiempo, la rutina del scroll compulsivo tiene consecuencias sobre la atención. El prefrontal, córtex encargado del enfoque, la planificación o el control impul­sivo, va perdiendo fuerza frente a la atracción perpetua por la novedad inmediata. Peor aún: este patrón de consumo precoz de información está ligado a decisiones más impulsivas y a una menor sensibilidad ante posibles pérdidas futuras.

Sumemos además las repercusiones sobre el sueño: los estímulos visuales intensos y cargados de emoción justo antes de dormir interrumpen la secreción de melatonina, alteran ciclos de descanso y comprometen la memoria y la capacidad de aprendizaje.

No es para alarmarse, pero sí para reflexionar. Tenemos ventajas evidentes: todo está al alcance en el móvil, nos sacude un ratito y seguimos. Pero ese ratito, repetido noche tras noche, tarde tras tarde, puede transformar el cerebro en una especie de adicto digital.

La buena noticia es que hay remedio: apagar pantallas al menos una hora antes de acostarse, limitar el tiempo de consumo diario, intercalar actividades que no dependan del móvil (leer, pasear, charlar)… y recordar que, a fin de cuentas, los placeres lentos también están disponibles.

Flooxer Now» Noticias