¿Es el primero?
Tener apoyo de tus padres para hacerte tu primer tattoo, a veces, puede ser algo complicado pero estos argumentos te ayudarán a convencerles.
El primer tattoo es una decisión que llega prácticamente sin darnos cuenta. De repente, sabes qué quieres hacerte uno y sabes hasta lo que quieres. ¡Solo queda lanzarte! Aunque, claro, siempre te puedes encontrar cómo contárselo a tus padres y convencerlos de que no es una mala idea. ¿Te tienes que enfrentar a eso? Don’t worry, ¡aquí van algunas ideas para convencerles!
1. Dalo por hecho. El primer paso para salirte con la tuya en temas de tatuajes es dar por hecho que tus padres te dejan, es decir, no pedir permiso. No hablamos de irte directamente a la tienda pero sí decirles que ya tienes el diseño para tu tatuaje. Es posible que te sorprenda y que no te digan nada pero, en el caso de que sí lo hagan, abajo tienes más argumentos.
2. En los trabajos ya no importa. Uno de los argumentos que más pueden utilizar los padres es que, para ciertos trabajos, puede ser un problema. La realidad es que en muchos de ellos ya no lo es (no tanto como antes). Además, puedes argumentar que no lo llevarás en un sitio en el que sea a primera vista…
3. Infórmate antes de todo. Recopila cuánto te costaría, dónde es el mejor sitio para hacértelo, qué medidas de higiene debes tener en cuenta… Así podrás contestarles a todo lo que te pregunten y demostrarás que “has hecho los deberes”.
4. Será uno pequeño, para empezar. La recomendación es empezar por uno pequeño, antes de lanzarte -si quieres- a uno grande. Y este será una buena excusa para tus padres. Te harás uno pequeño y donde no se vea mucho, ¿qué más da?
5. Toca su lado emocional. ¿Has pensado el significado de tu tatuaje? Quizás encontrándole un significado bonito (algo que tenga que ver con tu hermano, ellos o tus abuelos) toques su lado emocional y les encante la idea.
6. Que te acompañen. Involucrarlos en el proceso puede ser una baza a favor. Sentirán que los tienes en cuenta, incluso puedes dejarles participar en el diseño con idea.
7. Dales una alternativa. Imagínate que se ponen muy serios con el tema de que un tatuaje es permanente y no vas a estar convencido toda la vida. ¡Ten una alternativa! Proponles hacerte uno semipermanente para ver cómo queda y decidirte más adelante. Esto también puede ser algo bueno para ti, te permitirá verte con el tattoo, descubrir si te gusta de verdad, contar con algo más de tiempo para que ellos se hagan a la idea…
8. Pregúntales qué necesitan para decir que sí. Así te darán una pista sobre cómo puedes negociar con ellos.
9. Diles que se lo están contando y no consultando. En último lugar (no recomendamos empezar por aquí) y siempre que seas mayor de edad, puedes utilizar el “no os estoy pidiendo permiso, os lo estoy contando” para dejar claro que es una decisión que tienes tomada y que puedes tomar.