¿Son los jóvenes de ahora la generación peor formada de la historia?

Es habitual que las generaciones más mayores se quejen de que las más jóvenes son un absoluto desastre, infinitamente inferiores a la suya. Se utilizan argumentos de todo tipo para explicar el por qué de esta inferioridad, pero la mayoría caen en el cliché y en la generalización. En las últimas semanas, en cambio, ha empezado a hablarse de un tema bastante controvertido sobre el que parece no haber un consenso: ¿son los jóvenes de ahora la generación peor formada de la historia reciente?

Este debate no habla del número de títulos que haya conseguido cada generación; en ese aspecto, es innegable que los más jóvenes son los que tienen una tasa superior de titulación universitaria. De lo que se está hablando en este debate es de la calidad de la educación que han recibido las distintas generaciones, y de por qué hoy en día se enseña de forma mucho más pobre que antes.

Quienes defienden este empobrecimiento del sistema educativo señalan al hecho de que la educación, especialmente la superior, se haya convertido en un negocio: cada vez hay más academias, centros de estudio privados y empresas que ofrecen una vía rápida para conseguir un título, a cambio de un buen desembolso de dinero. La mayoría de estas formaciones son muy pobres, y en muchos casos se aprovechan de las ilusiones de los jóvenes por formarse en un campo muy competitivo que les resulta apasionante, pero en el que es difícil entrar.

En ese aspecto, es cierto que las generaciones anteriores tuvieron, en gran parte de los casos, una educación más exigente, porque la mayoría de los estudiantes no tenían a su alcance estos atajos de una calidad deficiente. Pero, por supuesto, sigue habiendo una gran fuerza laboral de personas jóvenes que han obtenido una educación pública o privada de calidad, ¡ahora solo queda que esas personas tan bien preparadas quieran quedarse en este país!