NO MONEY

Esta nota de unos padres haciéndose pasar por el Ratoncito Pérez ha generado un enorme debate

Estos padres se hicieron pasar por el Ratoncito Pérez para dar una lección a su hija, pero muchos han condenado su decisión por pasarse de la raya. Así, se ha abierto un tremendo debate con opiniones muy divididas al respecto de cómo se debe educar a los niños en estos detalles.

Son los padres quienes tienen que decidir cuál es la forma más efectiva de educar a sus hijos, pero cuando alguno de sus curiosos métodos consigue hacerse viral, corren el riesgo de que surjan opiniones contrarias a su forma de hacer las cosas. Esto es lo que les ha ocurrido a unos padres que decidieron hacerse pasar por el Ratoncito Pérez cuando a una de sus hijas se le cayó un diente. Por lo visto, la niña se resistía a lavarse los dientes con la frecuencia que a sus padres les gustaría, y decidieron aprovechar la visita programada del famoso ratón para darle una lección difícil de olvidar.

Escribieron una carta a su hija en la que el Ratoncito Pérez rechazaba su diente por tener restos de comida, y donde animaba a la niña a cepillarse tres veces al día, para que la próxima vez que se le cayese un diente, pudiese hacerle el pago que le correspondía. Alguien decidió hacer una foto de esta carta y preguntar en Twitter si les parecía justa, y la respuesta más viral al respecto fue muy contundente: "Si no sabéis ser padres, simplemente no seáis padres".

No todos han estado de acuerdo en Twitter con esta dura crítica: hay quienes han visto en la decisión de estos padres un método educativo adecuado. Es posible que no recibir el dinero por ese diente entristezca a la niña, pero puede ser una forma efectiva de que entienda el valor de unos dientes limpios y sanos. La Navidad fue diseñada con un objetivo similar: son los niños que se portan bien los que obtienen regalos el día 25 de diciembre; quienes se hayan portado mal ese año, recibirán carbón. Tratar de argumentar con niños muy pequeños puede ser una tardea ardua, y estos pequeños castigos son, a veces, la mejor manera de inculcarles unos valores adecuados. ¡Así que por qué no aprovechar al Ratoncito Pérez para hacer algo similar!

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