PATATA CALIENTE
Una tuitera anónima abre un debate inmenso sobre la necesidad (o no) de asistir a convites donde apenas conoces a los contrayentes, o que directamente no te apetece ir.
"Mangel no vino, no me dijo ni por qué el muy rata", decía Willyrex el día después de su boda sobre su colega youtuber. El andaluz no dio señales de vida ni se le pudo ver en ninguna foto porque decidió, por la razón que sea, que no tenía por qué estar allí.
Muchos espectadores de Willy vieron aquello como un signo más de la legendaria vagancia del excompi de piso de Rubius, pero una tuitera que no tiene nada que ver con el tema quizá haya dado en el clavo: no le apetecía ir y punto.
Firmando como Miransiedad, la tuitera en cuestión habla de cómo una prima a la que no ve desde hace una década y que no saben mutuamente de su vida la ha invitado a su enlace matrimonial. El evento le pilla a cerca de cuatro horas en coche, y se lamenta por el juicio que probablemente haya hecho algún familiar al pensarse el no ir.
Los 30.000 likes, centenares de retuits y otra tonelada de respuestas demuestran que su situación no es única, así como el debate abierto sobre la conveniencia de ir a ese tipo de actos sociales, las consecuencias de no hacerlo, y las de que sí. Especialmente en tema económico.
Mariansiedad explica que no fue una invitación "por quedar bien", ya que aparte del sobre por correo postal recibió llamadas y whatsapps insistiendo en que se pasara por la fiesta. Es la ceguera a la que estamos acostumbrados en un tema medio tabú, ya que las circunstancias personales, entre las que se incluyen las ganas, no siempre son tomadas en cuenta por los contrayentes.
Es lo que se desprende de los comentarios, que casi parece más una colección de anécdotas que recopila un psicoanalista que un hilo viral sobre bodas y cuánto hay que pagar. Que por cierto, el consenso nacional está entre los 120 y 150 pavos, lo mismo que por unas entradas caras para ver a los Rolling Stones o Rosalía. Tú qué prefieres: ¿un conciertazo o ver a unos novios bailando?
Si la respuesta es "me quedo en casa tan tranquilo", ya tienes la más que probable postura de Mangel con la boda de Willyrex. Con el atenuante que entre su pueblo y el lugar del convite de su colega youtuber había bastantes más de cuatro horas en coche.