CABREO EN REDES
La visita de la influencer y modelo de OnlyFans Ari Kytsya a una clase de Psicología de la Universidad de Washington ha desatado un intenso debate en redes sociales. Su intervención ante 1.200 alumnos para hablar sobre sexualidad humana y economías digitales ha abierto una discusión nacional sobre los límites académicos, el trabajo sexual y la cultura online.
La presencia de Ari Kytsya, modelo con perfiles activos en TikTok, Instagram y OnlyFans, en una clase de Psicología 201 de la Universidad de Washington ha generado una amplia controversia en Estados Unidos. La joven, de 24 años, fue invitada por la profesora responsable del curso para impartir una sesión sobre economía digital, construcción de identidad en redes y sexualidad en entornos públicos online. No obstante, su participación ha suscitado un debate que trasciende las paredes universitarias.
Con más de 2,6 millones de seguidores en Instagram y cinco millones en TikTok, Kytsya ha construido su imagen pública a través de contenido humorístico, vídeos cortos, estética visual y una marcada transparencia sobre sus cirugías estéticas. Durante su intervención, titulada "Surviving Digital Economies, Performing an Online Persona, Psychological Implications for Sexualized Public Spaces", abordó la realidad del trabajo digital y las dinámicas que estructuran la exposición personal en plataformas sociales.
Sin embargo, la polémica se desató cuando imágenes de la charla comenzaron a circular en redes sociales tras ser compartidas por el medio Barstool Sports. En pocos días, la discusión se convirtió en un nuevo frente de la batalla cultural estadounidense sobre el papel del trabajo sexual, el valor académico de los influencers y los límites entre divulgación y entretenimiento.
Entre las reacciones más extremas hubo quienes interpretaron la invitación como un síntoma de "decadencia cultural" o un ejemplo de la supuesta pérdida de rigor en la educación superior. Otros usuarios cuestionaron la idoneidad de que una creadora de contenido sexualizado participara en un entorno universitario, mientras algunas voces defendieron que su intervención era pertinente en un curso centrado en la sexualidad humana.
Más allá de las críticas, el episodio ha puesto de manifiesto la fractura social en torno a la legitimidad del trabajo sexual digital y el lugar que ocupan las economías online dentro de la investigación académica contemporánea. Para algunos, se trata de amenazas a los valores tradicionales; para otros, de fenómenos que requieren ser analizados con rigor.