NO APTA PARA STREAMERS
El creador de las gafas de realidad virtual de Meta lleva al extremo un concepto de la ciencia ficción poniendo explosivos a unas Oculus Quest para que en caso de que tu avatar no supere una misión, tú seas abatido IRL. Todo viene de una compleja historia de ficción que, en teoría, se podría convertir en realidad.
¿Te imaginas que Grefg se enfrentara a su reto de completar todos los God of War en el modo de dificultad más alta con el añadido de que si Kratos muere una sola vez, él también perdería la vida? Pues esa barbaridad es más o menos la que propone Palmer Luckey, arquitecto de las gafas VR más populares del mundo.
Al emprendedor, que ahora trabaja para una empresa de drones que él mismo fundó, se le calcula una fortuna de 400 millones de dólares, con lo que las excentricidades se las puede permitir de sobra. Y una de ellas es llevar a la realidad la historia de Sword Art Online.
Se trata de una serie de novelas, mangas y animes japoneses que teorizan con qué pasaría si en un videojuego inmersivo 10.000 personas se quedaran atrapadas en un mundo virtual diseñado por un científico loco. El dilema de ese mundo es que a menos que superes el juego, morirías en el mundo real. La apuesta de Grefg de cerrar su canal si no lo supera se queda corta al lado de esto.
"Estamos creando un dispositivo increíble capaz de recrear la realidad y también de matar al usuario", explica Palmer en su blog, y asegura que "es una idea que siempre le ha fascinado". Cuando dice "estamos creando" añade que solo tiene la mitad del diseño completado, que es ni más ni menos que "la que te mata".
"He diseñado unas gafas que tienen tres cargas explosivas, y que cuando aparece la pantalla de Game Over se detonan y revientan el cerebro del usuario". Lo que oyes, para que luego digan que los videojuegos, a veces, no pueden ser muy peligrosos. "También tendrá un sistema para que explote si intentas quitártelo haciendo trampas".
"Por ahora, esto es solo un proyecto artístico, pero también un recordatorio provocativo de caminos inexplorados en el diseño del ocio electrónico", asegura su inventor. "Hasta donde sé, es el primer dispositivo real de realidad virtual que puede matar de verdad al usuario, y no será el último".
Habría que ver qué le parece un sistema como este a plataformas tan puritanas como Twitch, pero en su demencial extremismo tenemos una cosa clara: quien estuviera tan loco para probar una cosa así en directo, tendría una audiencia brutal. Literalmente.