NO MORE SAD SONGS
Las letras de las canciones mainstream están cada vez más llenas de sentimientos negativos. ¿Es esto un reflejo del estado de la sociedad?
A todo el mundo le gusta recurrir a una buena canción de llorera cuando se encuentra bajo de ánimos, y es que la música se ha convertido en un salvavidas para muchas personas. El mundo se ha vuelto muy caótico en los últimos años, y parece que las letras de las canciones que se han hecho populares lo reflejan: cada vez son más los hits que lo petan en redes con mensajes de rencor, odio y tristeza, y las canciones alegres son mucho menos habituales de lo que lo eran antes. Hemos pasado de tener canciones del verano sobre la fiesta y el amor a hits veraniegos de tintes melancólicos como 'Quédate', o rencorosos como 'Despechá'. ¿Es esto un reflejo de que la sociedad está profundamente deprimida?
En los últimos años parece que la pasión por lo emo ha resurgido como nunca antes, y artistas como Billie Eilish u Olivia Rodrigo han obtenido sus mejores hits gracias a sus canciones sobre los dramas adolescentes y la inestabilidad emocional. Aunque estas son sensaciones que siempre han sido normales en los adolescentes, lo habitual era que los álbumes de las estrellas de pop más jóvenes tuviesen un equilibrio entre las canciones de amor romanticonas y los momentos de tristeza y sufrimiento. Ahora no, ahora todo es dolor, drama y desesperación.
Vivimos en la época del meme y el audio de TikTok de apenas unos segundos: no hay tiempo para expresar las cosas de forma 'light'. Las estrellas del pop actuales apuestan por letras muy exageradas que expresen sus emociones en su versión más dramática, ya que resultan mucho más llamativas y atraen más la atención de quienes se cruzan las canciones en redes. Esta realidad tiene una parte positiva y una negativa: aunque puede resultar divertido que las canciones sean tan exageradas, apenas permiten que las personas reflexionen a través de la música sobre los sentimientos positivos, ahondando así en la tristeza que cunde ahora mismo entre los más jóvenes. ¡Más les vale a los artistas empezar a escribir letras un poco más animadas, si no quieren contribuir a un suicidio colectivo!