El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
SEXO, ORO, RASTRO, AUTOTUNE, FOLKLORE Y PALMERAS
Canta, baila, pincha, experimenta con la moda y lo da todo ante la cámara. La Dani, joven artista de Málaga con tremenda actitud, es belleza, es folklore, es vanguardia estética, costumbrismo, bocadillos bien despachados, frescura, cultura queer y diversión sin pretensiones.
También se le puede atribuir la creación de un nuevo género musical, el trapical: “Realmente el género trapical fue algo espontáneo”, explica, “cuando a Guillermo (su productor, conocido como Stereotipo) y a mí nos preguntaban qué era lo que estábamos haciendo nos inventamos esa palabra. Ritmos latinos como la bachata, el reggaeton, la cumbia, pasando por el flamenco, todo con autotune que era lo que caracterizaba a la escena del trap.”
Esta mezcla de influencias es constante en el imaginario de La Dani, que se nutre de diversas fuentes: “Estoy influenciado por muchas cosas,” nos cuenta, “muchas personas, generalmente mujeres, desde niño mis referentes han sido femeninos. Musicalmente podríamos nombrar a Lola Flores, La Lupe, Kali Uchis, Lil Kim, Rihanna, Las Chuches...
Pero sin duda alguna lo que más me influye es el folklore andaluz, especialmente el de mi ciudad, Málaga. De pequeño iba a misa y veía la Semana Santa con mi abuela, y aunque no soy creyente, me apasiona la iconografía religiosa. Me encanta la mujer malagueña y no me inspiran solo mujeres cantantes, me inspiran mujeres que veo en la calle, que me atienden en una panadería, o una conversación de dos amigas desayunando en el Bar Oña y que escucho "accidentalmente".
Mis primas, que siempre soñaba con ser como ellas, o mi madre, que aunque me queje de lo pesada que es, La Dani es su viva imagen.”
El videoclip de ‘Ciudad del vicio’ refleja de manera cercana este día a día tan inspirador y nos brinda pequeñas porciones de su vida: “Realmente esto es una idea de Living Savage y trabajamos mucho todos, tanto Pamela films como yo. Y sí, me representa muchísimo, la playa que aparece es a la que voy todos los días desde abril hasta septiembre, porque en Málaga siempre es verano. Desde el barrio donde me crie, o la Zip que tenían mis colegas. Estoy muy orgulloso de ese trabajo y sin duda alguna es mi carta de presentación, porque soy lo que se ve”.
Aparte del rastro o el Burger Parrilla, lugares referenciales que encontramos en sus canciones, hay muchos lugares de Málaga especiales para La Dani: “Yo soy de calle de la Victoria, me crié entre mi calle y el barrio Lagunillas, me parece el mejor barrio del mundo. Los baños del Carmen, la parte de los "jipis", es mi playa favorita. Málaga es una ciudad increíble, con sitios muy auténticos, me encanta desayunar en el Oña, o comer en cualquier terracita al sol. El bar El muro es de los sitios nocturnos donde más cómodo me he sentido en los últimos años, he puesto música alguna vez y les tengo mucho cariño.”
Para La Dani, artista de clara tendencia queer, la brecha entre lo femenino y lo masculino nunca tuvo sentido y empezó a manifestarlo desde la primera infancia: “Mi madre siempre cuenta que cuando yo tenía tres años le dije que me quería morir porque venían los Reyes Magos y yo quería cosas de niñas. Ella me respondió que los Reyes eran mágicos... Y jamás me faltó una sirenita o una Barbie. Me parece absurda y tóxica la división entre lo masculino y lo femenino, y aunque yo ahora soy todo lo que he soñado ser, creo que aún hay mucho que hacer, y será maravilloso el día que une niñe no tenga que cuestionarse si algo es de niño o niña.”
Además del terreno musical, alberga interés por adentrarse en el mundo de la actuación y el modelaje: “Me interesa mucho hacer otras cosas. Aunque lo he soñado mil veces en la ducha, ser cantante me limita. Me gusta y me lo paso bien haciendo de todo, de niño hacía teatro, y aunque el 99% de las veces los fotógrafos usan mi armario, me encanta que me pinten, me vistan y me tiren fotos.”
Actualmente empieza una nueva etapa para La Dani, que se acabar de mudar a Madrid: “Simplemente espero trabajar duro, pasarlo bien y cambiar de aires. Tengo muy buenos amigos en Madrid, me apetece pasar tiempo con ellos y disfrutar de la ciudad como no pude hacerlo hace unos años cuando ya vivía aquí porque trabajaba mucho y apenas tenía dinero para pagar el alquiler. De Málaga voy a echar de menos todo, el clima, amigos, familia, la comida, la playa... Lo guay es que estoy a dos horas y media.”
¿Algo que añadirle al menú idóneo de campero (uno de los platos estrella del Parrilla) y palmera? “Siempre tiene que ir acompañado de unas buenas papas y unas buenas amigas. También te digo un chico que disfrute comiéndose un campero... me pone.”